River pasa por una etapa crítica bajo la conducción de Marcelo Gallardo. La caída frente a Gimnasia de La Plata y la eliminación de la Copa Argentina encendieron las alarmas en Núñez. Ahora, el técnico intenta recomponer el ánimo del grupo y no perder más terreno en el Torneo Clausura.
Aún así, será complicado reponerse de los últimos golpes. El partido ante el Lobo platense está muy fresco y la sensación de «papelón» es palpable en el Millonario, a una semana del Superclásico contra Boca este domingo 9 de noviembre. De hecho, con la derrota ante Gimnasia, el equipo de Gallardo alcanzó una cifra alarmante y negativa.
El récord negativo de River a una semana del Superclásico
La derrota ante Gimnasia de La Plata no es una más, ya que forzó a River a alcanzar una inédita marca negativa: perder cuatro partidos seguidos en el estadio Monumental por primera vez en su historia.
Jugar en el Monumental alguna vez fue sinónimo de fortaleza, pero esa racha positiva se disipó y los resultados en casa ya no son lo que eran. Esta racha histórica de cuatro caídas consecutivas comenzó ante Palmeiras, siguió ante Deportivo Riestra y Sarmiento, y se consolidó con la reciente derrota ante Gimnasia.
Aunque River tuvo rachas de cuatro o más derrotas jugando como local en la Dársena Sur (entre 1905 y 1906) o en el estadio de Alvear y Tagle (en 1926), nunca había sucedido en el Monumental.
Esta crisis deportiva complicó la situación del equipo. La paciencia de los hinchas se agotó, manifestándose en cánticos de protesta. Se escuchó un grito «sin precedentes» y generalizado en el estadio: «Que se vayan todos». Además, los fanáticos dijeron que hubo jugadores que «le faltaron el respeto al club».
La urgencia es máxima, pues River necesita ahora un «milagro» en la tabla anual para poder asegurar su entrada a la Copa Libertadores 2026. En medio de este colapso, Gallardo optó por el mutismo y la presión es asfixiante de cara a su próximo compromiso: el Superclásico.
