El periodista Antonio Serpa hizo un análisis pormenorizado en la web de TyC Sports del rotundo triunfo de Boca en el Superclásico ante River ayer por la tarde en La Bombonera y, como simpatizante reconocido del vencedor, se desahogó: ”Perdiste con Boca pero no contra cualquier Boca.Perdiste contra el Boca del ‘Sifón’ Úbeda. Shhhh, entonces. «Say no more», diría Charly (García), único gallina que bancamos. Y no fue un triunfo más y una derrota más. No. Fue un baile escandaloso de un lado y un papelón tremendo del otro. Shhhh. A callarse la boca. Y Boca, a no callarse. A celebrar esta victoria que quedará marcada en la historia, pero que todos aquellos que la vivimos, recordaremos para siempre”.
El escritor prosiguió: “Para no olvidar nunca. El baile de Boca, el baile del ‘Sifón’ a Marcelo Gallardo, a Gallanto, a Sapardo, a Sapoleón (ex Napoleón). Pena dio River, vergüenza ajena. Un desastre de principio a fin. Y basta de echarles la culpa a los jugadores: toda del técnico, que armó un equipo de mierda y este es el resultado. Cortísimo, por cierto. El moral da cuatro goles de diferencia, por lo menos. Si Giménez (Milton) no hubiera tenido los pies dormidos”.
“Estos tres puntos, este sometimiento soberbio, esta victoria estremecedora tiene muchos padres. Claudio Úbeda,por supuesto. Miguel Ángel Russodesde arriba. El Chango (Zeballos) en el césped. Juan Román Riquelme desde el palco. Y Leandro Paredes, claro, que llegó para cambiar la historia”, ponderó el reportero gráfico.
También argumentó que “este debería ser el punto de partida del “Xeneize”, no el de llegada. Es un triunfo que lo candidatea al título, aunque parezca mentira, tanta agua y sufrimiento corrieron por debajo del puente. No vamos a caer en la b… facilista de que al “Millonario” le gana cualquiera porque para el conjunto azul y oro, que tanto lo sufrió en la última década, no es un partido más”.
Y finalizó con que “no fue en cualquier momento: fue a partir de la entrada de un Ander Herrera brillante, lujoso, que dio tal vez la máxima exhibición desde que llegó a Brandsen 805”.
