Nicolás Ramírez tuvo uno de los días más inolvidables de su carrera como árbitro el domingo 21 de septiembre del 2024, siendo el encargado de definir la polémica en la tarde de La Bombonera. El juez de 38 años dirigió el Superclásico con victoria de River por 1-0 ante Boca. Bien conceptuado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), fue designado para el triunfo 2-1 del “Millonario” en el Monumental en abril de este año y ahora volvió a ser el elegido para impartir justicia en el match a disputarse pasado mañana desde las 16:30 por la fecha 15 del Torneo Clausura según informó la web de TyC Sports.
En la última jugada de aquel partido desarrollado en el Alberto J. Armando la temporada pasada,el club boquense había empatado por intermedio de Milton Giménez. Sin embargo, el gol fue con la mano por lo que el juez decidió acertadamente anularlo tras revisarla mediante la asistencia delVideo de Asistencia al Réferi (VAR). Este 9 de noviembre tendrá la responsabilidad de ir a Brandsen 805 a dirigir en un duelo de semejante envergadura.
Nacido en noviembre de 1986 en la localidad bonaerense de González Catán, el uniformado de negro tenía el sueño de jugar al fútbol en la Primera División, pero eligió estudiar Educación Física en la Universidad Nacional de La Matanza, mientras realizaba el curso de arbitraje. Durante uno de los torneos universitarios, al entonces atacante le llegó la chance de hacer una prueba en un equipo de la provincia de Buenos Aires, a unos pocos kilómetros de Carlos Casares.
«Una vez jugamos un amistoso contra la Cuarta de Boca y me vio una persona allegada a (Daniel) Tato Márquez. A la semana se contactaron conmigo del Club Agustín Alvarez (de 9 de Julio) y me ofrecieron hacer una prueba porque estaban buscando un centro delantero», contó en una charla con el diario El 9 de Julio.
Después de hacer una prueba, en la que marcó un par de tantos, decidieron apostar por él y sumarlo a las filas del cuadro con 95 años de historia.»En cierto modo, fue una revancha para mí, que había estado distanciado del fútbol, por la desilusión de no haber llegado a la Primera División de AFA. Me permitió volver a tener ganas de jugar al fútbol y estar ligado a esta actividad que me encantó siempre desde chico», añadió.
