La derrota de River en La Bombonera dejó varias dudas, pero una de las más comentadas fue la ausencia de Santiago Lencina, el joven delantero que venía ganando terreno bajo la conducción de Marcelo Gallardo. El futbolista, que mostró carácter y buenos rendimientos durante el Torneo Clausura, volvió a quedar fuera del banco en un partido clave y su situación empieza a generar ruido en el club.
Un juvenil con buen presente que perdió terreno
Lencina, de apenas 20 años, fue uno de los nombres que más confianza inspiró en el cuerpo técnico durante el año. De hecho, fue titular en siete encuentros y solo se perdió dos convocatorias antes del Superclásico. Sin embargo, Gallardo decidió dejarlo nuevamente afuera, algo que ya había ocurrido frente a Independiente Rivadavia en Córdoba.
Según trascendió, la exclusión no tiene que ver con su nivel futbolístico —que fue de los más aceptables dentro del plantel—, sino con cuestiones extradeportivas que hoy lo mantienen marginado.
El conflicto contractual que lo aleja del equipo
Todo parecía encaminado para que el juvenil firmara la renovación de su contrato, que vence en diciembre de 2026. No obstante, las negociaciones se habrían estancado. Desde el entorno del futbolista aseguran que están esperando el llamado del club para sellar el nuevo vínculo, pero en River el tema se maneja con cautela.
Mientras tanto, Gallardo opta por mantener al jugador al margen hasta que la situación se resuelva. Se trata de una decisión que, según allegados al plantel, responde a un “mensaje interno” para acelerar las charlas y evitar precedentes incómodos con otros juveniles.
River busca blindar a su joya
El club pretende firmar un acuerdo por dos años más, con una cláusula de salida mucho más alta que la actual, fijada en 30 millones de dólares. La política de la institución es elevarla a 100 millones, cifra que aplicaría también a las promesas más destacadas del semillero.
En el entorno de Lencina sostienen que la voluntad del jugador es seguir, aunque el retraso en la firma derivó en su exclusión de los últimos partidos. La situación preocupa porque el atacante podría haber sido una pieza útil en esta recta final, y ahora su continuidad inmediata parece depender más de la dirigencia que del propio DT.
Por ahora, el delantero entrena con normalidad, pero su reaparición en una convocatoria no tiene fecha confirmada. En River, muchos se preguntan si el conflicto se resolverá antes del cierre del año o si su ausencia marcará el fin de un ciclo que prometía mucho más.
