“Macri cumplía su rol de Presidente, no era un patrón. No teníamos una gran relación, nunca la tuve con ningún dirigente. Cada uno cumple su rol”, declaró Carlos Bianchi, el Director Técnico más exitoso en la historia de Boca, en una entrevista que concedió al Diario Olé.
El “Virrey” continuó: “No hablábamos de fútbol, no venía a los entrenamientos, iba solo cuando jugábamos como local. El trato era de Presidente a técnico: no se metía en lo mío y yo no me metía en cómo él tenía que gestionar el club”.
“Después que quedó la sillita girando quería dirigir a Boca y volver, y volví en 2003″, agregó el ganador de 4 Copas Libertadores, tres con el club boquense en 2000, 2001 y 2003 y una con Vélez Sarsfield en 1994.
Está claro que la relación entre ambos protagonistas siempre fue tirante, a tal punto que una vez se levantó repentinamente de su silla mientras los dos brindaban una conferencia de prensa, pero no cabe ninguna duda de que ellos forjaron una época dorada que dio inicio en 1998 y concluyó en 2001 para retornar al “Xeneize” en 2003 bajo el mando del Mandamás más laureado en la institución y finalizó su segundo ciclo un año después.
La tercera etapa, en esta ocasión con la presidencia de Daniel Angelici, fue de las menos recordadas en un equipo que, si bien entre sus filas estaba Juan Román Riquelme que había vuelto al plantel tras la asunción de uno de sus mentores y considerado por el propio Román como un “padre”, lo cierto es que los jugadores que había no dieron la talla y las conquistas y vueltas olímpicas de antaño no sucedieron, por lo que terminó yéndose despedido, pero aún así aclamado y adorado por el público del conjunto azul y oro.
También dio otro título el responsable de tocar el cielo con las manos con el cuadro de la Ribera al imponerse en la Intercontinental del 2000 al Real Madrid y tres temporadas posteriores al Milan en Japón y dijo que no asistía a La Bombonera para no entorpecer la tarea del entrenador de turno.
