Ayer se cumplieron 25 años de la histórica consagración de Boca ante Real Madrid por la Copa Intercontinental 2000. Como no podía ser de otra manera, a lo largo del día fueron protagonistas los héroes de aquella gloriosa jornada que marcó un antes y un después en el fútbol argentino y si había una persona que no podía faltar era Carlos Bianchi, que rompió el silencio.
El ex Director Técnico del mítico plantel que conquistó el mundo concedió una entrevista exclusiva con El Canal de Boca, el medio de comunicación que pertenece a la institución. Allí brindó una charla distendida en recuerdo al título conquistado en Japón y dejó varias frases interesantes que valen la pena destacar, cuando se cumple un cuarto de siglo de la gesta histórica.
Ante una pregunta vinculada a la actividad de la delegación en los días previos al parido estelar contra el “Merengue”, el “Virrey” tuvo una respuesta tan rápida como inteligente. De hecho, no dejó terminar la pregunta al entrevistador y lo interrumpió. “Nosotros no paseamos“, aclaró el mítico entrenador en un claro mensaje a que la atención estaba únicamente en el partido.
En la misma sintonía que lo mencionado anteriormente y con una contestación característica de él, volvió a hacer referencia a la misma cuestión. “Uno no sabe cuándo puede volver a jugar una final del mundo… Bueno a los 3 años se jugó, pero no es tan fácil, ja“, expresó entre risas el DT campeón de la Europeo-Sudamericana con el club boquense en 2000 y después en 2003 contra Milan.
Sobre sus dirigidos, opinó: “Jugar una final de la Copa del Mundo no es algo que llega todos los días. Tenías que ser bastante estúpido para hacer cosas que no tenías que hacer. Yo lo dije siempre, es bueno tener buenos jugadores pero jugadores inteligentes. Afortunadamente, tuve grupos que lo fueron y comprendieron que uno trata de llevarlos por buen camino”.
Con relación al entrenamiento previo y los recaudos que debieron tomarse para enfrentar a un equipo tan poderoso y con tantas figuras de elite, el ganador de 4 Copas Libertadores contestó: “No cambiamos en nada nuestra manera de trabajar. Lo más importante de ese viaje es haber ganado la copa, pero era un plantel que comprendió muy bien que estaba ante una ocasión única”.
