Juan Román Riquelme vive semanas intensas al frente de Boca, en medio de la lucha por alcanzar una plaza directa en la Copa Libertadores 2026. Mientras el equipo intenta mantener regularidad en el Torneo Clausura, la dirigencia trabaja en el armado de un grupo sólido para encarar la próxima temporada con mayores aspiraciones.
En ese marco, el Xeneize celebra con creces el gran nivel que volvió a tener una de sus figuras: Exequiel Zeballos. Es que el Changuito, que venía de una seguidilla de lesiones que lo marginó durante el año, volvió a jugar y fue determinante en este tramo final del certamen. Todo, en la antesala del partido contra River, este domingo en La Bombonera.
Las dos figuras claves en la recuperación del Changuito Zeballos
El nivel del jugador santiagueño sorprendió a propios y extraños, a excepción de dos personas que fueron clave en la puesta a punto del delantero para retomar la confianza. Según se comenta en los pasillos de Boca, su mejoría se atribuye directamente al apoyo de dos referentes: el entrenador Claudio Úbeda y Leandro Paredes.
Zeballos reconoció públicamente que Paredes le brindó «mucha confianza y cariño», mientras que Úbeda lo consolidó, dándole minutos cruciales antes de otorgarle la titularidad. Paralelamente a la cancha, la dirigencia encabezada por Riquelme se mantiene en alerta respecto al mercado de pases y la planificación a largo plazo.
Es que el rendimiento de figuras como Zeballos no pasa desapercibido. Sus actuaciones lo colocan bajo el foco, ya que su cláusula de rescisión es de 15 millones de dólares. La dirigencia de Boca estaría dispuesta a negociar su venta si llega una oferta que se aproxime a esta suma.
Mientras Boca disfruta del gran nivel de Zeballos, Riquelme sabe que estos días son cruciales para los intereses del club. Más allá de cualquier oferta, Román entiende que el Xeneize debe sumar la mayor cantidad de puntos posibles (eso incluye ganarle a River) para asegurarse su lugar en la Copa Libertadores, competencia que no jugó en las últimas dos ediciones.
