Boca arrancó su camino en los octavos de final del Torneo Clausura con un triunfo clave y Claudio Úbeda ya empezó a mostrar su mano firme para lo que viene. La victoria por 2-0 ante Talleres, con dos goles de Miguel Merentiel, dejó más que una clasificación: marcó el inicio de una etapa en la que el entrenador quiere certidumbre y continuidad.
El próximo rival será Argentinos Juniors, en La Bombonera, y en Brandsen 805 ya piensan en repetir el mismo once. Según fuentes cercanas al club, Úbeda no tiene intención de mover muchas piezas a menos que sea estrictamente necesario, y esa decisión viene acompañada por su convicción en ciertos futbolistas.
Respaldó a Marchesín y apuntó sus fronteras
En la conferencia posterior al partido, Úbeda fue contundente: “Yo creo que Agustín es un gran jugador … Hoy tuvo un rendimiento muy bueno. Nosotros lo estamos viendo que él está en continuo crecimiento”, dijo en defensa de Agustín Marchesín, quien había sido fundamental para sostener el cero con una atajada clave en el penal.
Para el técnico, la experiencia del arquero es clave no solo dentro de la cancha sino también en el vestuario, donde su voz y liderazgo aportan un plus importante. Basta con decir que Úbeda no lo pone como figura puntual: lo respalda como parte esencial del proyecto a largo plazo.
Poco margen para cambios: la formación que no se toca
Aunque hubo algunas dudas antes del arranque de la eliminatoria, Úbeda parece decidido a no romper la base. Aseguran que, salvo lesión o contratiempo mayor, repetirá el equipo que le ganó a Talleres para enfrentar a Argentinos en la próxima fecha.
El hecho de mantener la misma alineación responde a un mensaje claro del entrenador: dar continuidad para construir solidez. En un torneo eliminatorio, esa estabilidad puede ser la clave para dar un salto importante en rendimiento.
Serna respalda a Úbeda con una frase explosiva
En paralelo a las decisiones tácticas, también se empezó a hablar de la estrategia institucional. Mauricio Serna, exmiembro del Consejo de Fútbol de Boca, dejó una declaración sorprendente sobre el futuro del técnico: “A todos les hago contrato por 10 años, que se queden a vivir acá … yo creo que no depende (la continuidad de Úbeda) de eso … y el equipo está muy bien”.
Las palabras de Serna refuerzan la idea de que Úbeda no es una solución temporal, sino una apuesta seria. Aunque no hay un acuerdo firmado por ese tiempo, el mensaje es contundente: desde adentro se visualiza a Úbeda como parte del proyecto a mediano y largo plazo.
Boca y un presente que define su próximo rumbo
La clasificación a cuartos no solo sirve para seguir con vida en el Clausura: también puede consolidar la confianza del club en una base técnica que apostó por jóvenes y por continuidad. Si Úbeda logra sostener su once y mantener la regularidad, podría ganarse un respaldo aún más fuerte.
Con esta mezcla de respaldo institucional, decisión táctica y apuesta generacional, Boca mantiene vivo el sueño de pelear el título y, al mismo tiempo, construir algo más duradero. Para Úbeda, es el momento de demostrar que su visión encaja dentro del nuevo ciclo.
