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Boca apunta a un goleador del Milan para 2026 y su frase abrió la puerta: “sería un sueño…”

 

El atacante atraviesa un momento clave en Europa.

 
Milan
Fuente: @acmilan / X

Realmente sorpresivo fue lo que empezó a trascender en las últimas horas sobre el interés de Boca por un nombre de peso internacional. El club analiza cambios profundos tras la derrota ante Racing por 1-0, y en ese contexto surgió la posibilidad de sumar a un delantero del Milan, cuya situación deportiva generó dudas en Italia. La información volvió a encender un mercado que promete mucha tensión en la agenda xeneize.

El protagonista es Santiago Giménez, atacante de la selección mexicana, quien atraviesa un tramo irregular en su primera temporada en el fútbol italiano. Su arribo desde el Feyenoord había despertado grandes expectativas, pero su rendimiento bajó y eso abrió interrogantes sobre su futuro inmediato. En medio de ese panorama, la dirigencia de Boca analiza si podría realizar una gestión formal para conseguir una cesión corta destinada a apuntalar el 2026.

En el club italiano reconocen que el jugador perdió continuidad desde que sufrió una lesión en el tobillo, problema físico que lo dejó afuera de cinco partidos consecutivos de la Serie A y también del encuentro que derivó en la eliminación en la Coppa Italia. Esa ausencia prolongada complicó su adaptación y redujo su participación en un momento decisivo para el equipo. El escenario actual dista del inicio prometedor que había mostrado.

Los números también explican el interés argentino: el delantero lleva 11 partidos oficiales en la temporada, con apenas 1 gol convertido, un registro muy por debajo del que mantuvo en Países Bajos. Aun así, el Milan no planea desprenderse fácilmente y solo consideraría dejarlo salir a través de una venta que le permita sumar otro atacante. Por eso el análisis de Boca se centra en un préstamo temporal que podría beneficiar a ambas partes.

La conexión con Boca que vuelve a tomar fuerza

Aunque hizo toda su formación en Cruz Azul, Giménez nació en Buenos Aires y siempre mantuvo un lazo emocional con el club en el que jugó su padre, Christian Giménez. Esa afinidad quedó expuesta en varias oportunidades, especialmente cuando declaró: “Soy fanático de Boca y de Cruz Azul, son mis dos casas”, frase que generó impacto entre los hinchas argentinos. Su historia familiar hace que la puerta nunca esté del todo cerrada.

Esa cercanía se reforzó cuando el propio delantero reconoció que en algún momento le gustaría defender la camiseta azul y oro. “Me gustaría jugar en Boca… sería un sueño para mí”, aseguró al recordar su infancia y la influencia de su padre. Sin embargo, su prioridad inmediata sigue siendo consolidarse en Europa, donde espera recuperar terreno tras un semestre marcado por lesiones y bajas en el rendimiento.

Una operación compleja pero posible para Boca

La posibilidad de que Boca logre un acuerdo dependerá de cómo evolucione su situación en Italia y de la estrategia del club para el próximo mercado de pases. La necesidad de reforzar el ataque es evidente, y Giménez reúne condiciones que seducen: juventud, proyección internacional y un vínculo emocional que siempre pesa en un escenario tan particular como el argentino.