Boca terminó el año entre sensaciones contrapuestas. El rendimiento mostrado en el tramo final fue positivo, pero la eliminación truncó las ilusiones. Con ese panorama, Juan Román Riquelme entiende que es momento de resetear y trabajar a fondo en el armado del equipo para volver a ser protagonista a nivel continental.
Bajo ese marco, el mercado de pases de Boca tomó un rumbo inesperado que involucra una negociación directa con uno de sus clásicos rivales. Mientras Riquelme avanza en gestiones por nombres puntuales para potenciar el plantel, surgió un interés que podría sacudir el fútbol argentino.
El inesperado refuerzo que podría tener Boca
El jugador en cuestión es el lateral izquierdo Gabriel Rojas. La historia comenzó con un movimiento desde Avellaneda. El entrenador de Racing, Gustavo Costas, se comunicó con Boca para consultar las condiciones por Milton Giménez. El atacante es un viejo anhelo del técnico académico. Sin embargo, la respuesta de Boca fue contundente: si Racing desea avanzar formalmente por el delantero, el Xeneize pretende incluir en la operación a Rojas.
Para el Consejo de Fútbol, Rojas es la pieza deseada para la defensa, pero la negociación no asoma sencilla. La dirigencia de Racing no estaría dispuesta a aceptar al defensor como moneda de cambio por el atacante. El motivo radica en la valoración de Costas, quien considera al lateral como uno de los mejores jugadores del fútbol argentino en su posición. Los números del ex-San Lorenzo respaldan esta postura. Desde su llegada a la «Academia» en 2023, disputó 124 partidos oficiales, registrando 4 goles y 13 asistencias.
Además del valor deportivo, existe un blindaje económico importante. Rojas tiene contrato vigente hasta finales de 2028 y cuenta con una cláusula de rescisión de 10 millones de dólares. Esto representa un costo elevado para cualquier club interesado. A pesar de estas dificultades, Boca evalúa la disponibilidad del lateral para intentar un trueque que beneficie a ambas instituciones en el futuro inmediato.
