El mercado de pases le volvió a jugar una mala pasada a Boca. La llegada de Marino Hinestroza, que estaba encaminada y hasta ilusionaba con un cierre rápido, entró en pausa por una diferencia inesperada que surgió en las últimas charlas con Atlético Nacional. Lo que parecía cuestión de firmas ahora se transformó en una negociación abierta.
La expectativa había crecido fuerte, incluso desde el entorno del propio futbolista, que dio señales en redes sociales sobre una inminente definición. Sin embargo, cuando todo indicaba que el extremo se sumaría a la pretemporada de enero, apareció un conflicto de escritorio que enfrió el acuerdo.
El acuerdo económico que ya había aceptado Boca
Según trascendió, Boca mostró predisposición desde el inicio. En una primera instancia, la negociación se apoyó en una cifra cercana a 4,5 millones de dólares, número que fue aceptado desde Brandsen 805. Luego, desde Colombia modificaron el pedido y elevaron el monto a 5 millones, cifra que el club argentino también estuvo dispuesto a pagar para cerrar la operación.
Ese gesto parecía destrabar todo, pero no fue suficiente. Cuando el entendimiento económico ya estaba resuelto, surgió un nuevo condicionante que cambió el escenario.
La letra chica que trabó el pase de Hinestroza
El principal obstáculo actual pasa por una exigencia que Atlético Nacional no había planteado en las conversaciones iniciales: retener un porcentaje del pase y asegurar una plusvalía en una futura venta. Este punto tomó por sorpresa a la dirigencia de Boca, que no tenía previsto aceptar modificaciones estructurales sobre el acuerdo ya conversado.
Ese cambio sobre la marcha es hoy el motivo central por el que la transferencia quedó en suspenso. De todos modos, en el Xeneize mantienen una cuota de optimismo y consideran que todavía hay margen para llegar a un entendimiento final.
El rumor descartado y la postura del club colombiano
En medio de la demora, surgieron versiones que apuntaban a un supuesto conflicto salarial entre Atlético Nacional y el jugador. Sin embargo, esa hipótesis fue desmentida oficialmente. Desde el club de Medellín aseguraron, mediante un comunicado, que cumplen con sus obligaciones contractuales con “absoluto rigor”.
Con ese punto aclarado, quedó en evidencia que el freno no responde a un problema interno del futbolista, sino a una puja contractual que se endureció en las últimas horas. Mientras tanto, Hinestroza espera el visto bueno definitivo para viajar a Buenos Aires y definir su futuro.
