Fueron mercados de pases ajetreados y de muchas idas y vueltas los que afrontó Boca a lo largo de este año. Y bien vale en repasar cómo se fue dando cada uno de ellos para sacar conclusiones respecto a los nombres propios y las gestiones de la dirigencia que también sufrió un cimbronazo con el despido de dos hombres claves en la estructura del Consejo de Fútbol como lo eran Mauricio Serna y Raúl Cascini según informó el periodista Federico Cristofanelli en Infobae.
Las primeras bajas fueron casi todas anunciadas. En el club boquense ya se sabía que Guillermo Fernández, Nicolás Valentini, Cristian Medina, Aaron Anselmino y Gary Medel no iban a seguir. “Pol” había comunicado públicamente su decisión meses antes y emigró a Fortaleza de Brasil, donde duró apenas un semestre antes de regresar al país para actuar en Godoy Cruz de Mendoza. El defensor, en conflicto con la Comisión Directiva, tenía un precontrato firmado con la Fiorentina de Italia.
Estudiantes de La Plata, a través del empresario Foster Gillett, desembolsó los 15 millones de dólares correspondientes a la cláusula de salida del volante, que ahora emigrará al exterior. El marcador central, que ya pertenecía al Chelsea, solamente permaneció cedido los seis meses que había sido convenido de antemano. Y el chileno, de flojo retorno, también dio de baja su vínculo para volver a Universidad Católica.
Por estas pérdidas previsibles, la mesa chica “Xeneize” con Juan Román Riquelme a la cabeza fue trabajando en distintas opciones para reemplazarlas. Consideró que faltaba reforzar el arco y fichó a Agustín Marchesín, a pesar que no se había ido ninguno de los porteros que estaban (Sergio Romero, Leandro Brey y Javier García).
Incorporó a Ayrton Costa en la última línea y trató de jerarquizar la zona de la mitad de la cancha con Rodrigo Battaglia, Williams Alarcón y Ander Herrera, una de esas posibilidades que aparecen en la ventana de traspasos y que son aprovechadas por el combo del talento y de la identidad. En la zona ofensiva, firmaron Carlos Palacios y Alan Velasco, dos viejos anhelos de Román.
