Se está por cumplir un año de la salida de Nicolás Valentini de Boca. El defensor que se marchó libre del Xeneize en diciembre pasado y en conflicto con la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme alterna titularidades en Italia.
Luego de que lo colgaran del plantel profesional durante más de ocho meses en medio de una novela por no haber acordado la renovación de su contrato que finalizaba en diciembre del 2024, el zaguero zurdo emigró a la Fiorentina, que aprovechó el conflicto para firmarle un pre-contrato.
Todos en el conjunto italiano estaban ilusionados con su arribo, sobre todo por lo que demostró en la Primera Xeneize (47 partidos y dos goles). Sin embargo, ni siquiera llegó a ponerse la camiseta viola y en enero, a solo un mes de haber sido presentado, fue cedido a préstamo a Hellas Verona, con el objetivo de sumar confianza y adaptarse a la Serie A.
Allí rapidamente se adaptó al esquema de Paolo Zanetti y al cabo de 14 encuentros, 13 de arranque, festejó la permanencia en la máxima categoría del fútbol italiano. No obstante, cuando parecía asentado (renovó por una temporada más en Hellas Verona, con una opción de compra de 3,5 millones de euros por el 50% de su pase) sufrió una una lesión del músculo flexor de una de sus piernas que lo alejó de las canchas entre agosto y septiembre.
Recién a mediados de octubre reapareció frente a Pisa y, desde ese momento, alternó titularidades (5) y suplencias (3) y y acumuló solo 437 minutos de acción. El último fin de semana estuvo desde el arranque en la derrota 2-1 ante Genoa y quedó mal parado en el primer tanto (el del empate) del conjunto local.
