Es realmente increíble el partido que perdió Boca en La Bombonera por las semifinales del Torneo Clausura ante Racing en un clásico que estuvo muy trabado, disputado y con pocas situaciones claras de gol por lado. Sin embargo, el partido se resolvió por un inexplicable motivo y error que hizo que se pinche el tanque de nafta de Boca y el sifón se quede sin gas. Luego, tras producirse el error Racing lo aprovechó, con fe y coraje fue a buscarlo y tras un gran pase de Agustín Almendra a Rojas un centro con rosca conectó la cabeza de Maravilla Martínez al gol.
Durante el desarrollo del primer tiempo, no pasaron demasiadas emociones en el encuentro. Racing presionó la salida de Boca y provocó que la pelota no les llegue a Leandro Paredes y Milton Delgado para que conduzcan el ataque de Boca. Lo obligó al pelotazo y a las corridas de un Milton Giménez errático y sin confianza. Más un Miguel Merentiel que no pudo ser protagonista.
Hasta allí, el reloj corrió y corrió en un primer tiempo trabado, disputado y sin profundidad en las áreas de ambos arqueros. Por el lado de Boca, el más desequilibrante del partido y la figura de Boca fue Exequiel Zeballos que “De manera inexplicable el entrenador Claudio Úbeda lo sacó a los 25 del complemento. Un cambio insólito que le sacó desequilibrio a Boca en ataque, le solucionó el partido a Racing y provocó que el sifón se pinche pierda la nafta y se quede sin gas”.
El inentendible error de Boca y la responsabilidad de Claudio Úbeda
Luego, en el comienzo del segundo tiempo el partido tuvo más espacios, se rompió la mitad de la cancha y se tornó ida y vuelta el encuentro. Sin embargo, Boca falló en la decisión final para generar peligro en el arco de Facundo Cambeces que estuvo totalmente sereno y tranquilo en el arco de Racing sin sufrir una jugada de gol en su contra.
Más tarde, Boca necesitaba cambios en la mitad de la cancha para cambiar el ritmo con un flojo Milton Delgado, un errático Carlos Palacios en ataque y un apagado Milton Giménez no justificaban su presencia en cancha. El partido le pedía, el ingreso de Tomás Belmonte, Rodrigo Battaglia y Edinson Cavani en ataque.
Que hizo el DT de Boca, el error más grosero desde que agarró Boca. Sacó a la figura del partido y el mejor de Boca por el ingreso de un jugador como Alan Velasco que no jugaba hace meses y más de siete partidos. No sumó, no generó y aportó el desequilibrio en ataque que si hizo Zeballos.
Por último, sobre el tramo final del partido, un gran pase de Agustín Almendra a la espalda de Juan Barinaga, Salas corrió y sacó un centro perfecto con rosca a la cabeza de Maravilla Martínez que en la primera que le ganó a Ayrton Costa en todo el partido la mandó al fondo de la red.
Luego, Boca con nerviosismo fue y no pudo. Se quedó sin nafta y se acabó la ilusión de ganar el Torneo Clausura. Cierra de este modo un año para el olvido.
