Boca terminó el año con sensaciones divididas. El crecimiento mostrado en los últimos partidos no fue suficiente y la derrota con Racing puso fin a la ilusión. De cara a lo que viene, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme ya trabaja intensamente en el armado del equipo pensando en la Libertadores.
Con eso en mente, la recta final del 2025 encendió las alarmas en las oficinas de Boca. Mientras Riquelme se enfoca en el armado del plantel para la temporada 2026, una de las máximas figuras del equipo de Claudio Úbeda despertó el interés concreto del Flamengo. Es una de las piezas más valoradas no sólo por el DT sino por los hinchas.
La figura de Boca que despertó un enorme interés en Brasil
Se trata de Ayrton Costa, el defensor que logró consolidarse rápidamente como una pieza inamovible en el esquema de Boca debido a su solidez y personalidad. El seguimiento del club carioca es exhaustivo. De hecho, habrían enviado ojeadores para observar su rendimiento en vivo durante el reciente triunfo de Boca por 2-0 frente a Talleres en La Bombonera.
Costa, quien arribó al club en enero de 2025 procedente del Royal Antwerp de Bélgica, demostró una adaptación inmediata. Registra hasta el momento 24 partidos oficiales, dos goles y una asistencia. Esta regularidad lo posicionó como uno de los futbolistas más confiables y fundamentales para el fondo del equipo.
Ante este escenario, Riquelme se enfrenta a una decisión estratégica sumamente compleja: mantener la base sólida del equipo para los desafíos venideros o analizar una posible venta ante una propuesta económica atractiva. La cotización actual de mercado de Costa se sitúa en los 3.200.000 euros, una cifra que el «Mengao» podría estar dispuesto a negociar. No obstante, el Xeneize cuenta con una herramienta clave a su favor para blindar al jugador: el defensor tiene contrato vigente hasta el 31 de diciembre de 2028.
La posible partida del central obligaría a la dirigencia a buscar refuerzos de jerarquía para no debilitar la estructura defensiva de cara al próximo año. Por ahora, en Boca permanecen atentos a cualquier movimiento formal desde Brasil, conscientes de que el futuro de una de sus piezas clave está en juego.
