El nombre de Santiago Ascacibar sacude de lleno al mercado de pases rumbo a 2026. Mientras River y Boca lo siguen de cerca, desde el entorno del volante de Estudiantes empiezan a marcar diferencias que pueden inclinar la balanza en una de las disputas más fuertes del fútbol argentino.
Con 25 años, presente consolidado y liderazgo absoluto en el Pincha, el mediocampista aparece como una pieza capaz de elevar el nivel de cualquier plantel. Por eso, tanto el Millonario como el Xeneize lo consideran un objetivo estratégico para la próxima temporada.
El factor Boca que gana peso en la negociación
Según información surgida desde el círculo íntimo del jugador, existe una presión concreta para que Ascacibar llegue a Boca. El dato no es nuevo, pero ahora vuelve a tomar fuerza: su hermano es reconocido hincha del Xeneize y desde hace tiempo insiste para verlo con la camiseta azul y oro.
En La Ribera, antes de avanzar formalmente, pretenden un contacto directo con el futbolista para conocer su voluntad real. Esa charla, clave para destrabar cualquier operación, podría darse en los próximos días y marcar un antes y un después en la negociación.
La Copa Libertadores, una condición clave
Uno de los puntos determinantes en la decisión del volante es su deseo de disputar la Copa Libertadores 2026. Ese requisito aparece como casi innegociable y, en ese escenario, Boca corre con ventaja sobre River, que afrontará la Copa Sudamericana el próximo año.
De todos modos, hay un detalle que empareja la pulseada: Estudiantes también jugará la Libertadores, lo que mantiene abierta la posibilidad de que Ascacibar continúe en La Plata si no aparece una propuesta que convenza a todas las partes.
El valor de Ascacibar y la amenaza del exterior
En cuanto a los números, el mediocampista está valuado en 7 millones de dólares, cifra que podría elevarse si se suman competidores. Desde el entorno no descartan que algún club del exterior irrumpa en la negociación y complique tanto a Boca como a River.
Por ahora, no hay definiciones concretas, pero la novela recién empieza. Con dos gigantes atentos y una condición deportiva que puede definirlo todo, el futuro de Santiago Ascacibar promete varios capítulos más en este mercado de pases.
