El INDEC difundirá en los próximos días el dato del Producto Interno Bruto (PIB) correspondiente al tercer trimestre de 2025, un número que el Gobierno de Javier Milei monitorea con atención para consolidar la narrativa de recuperación económica en medio de una coyuntura incierta, en la que además se darán a conocer otros indicadores clave como la inflación mayorista de noviembre y las cifras de comercio exterior.
Expectativa sobre la actividad económica y el crecimiento
El dato que se conocerá esta semana sigue al informe del segundo trimestre, cuando la economía mostró una contracción de 0,1% respecto al período anterior, aunque registró un crecimiento interanual de 6,3%, lo que da señales mixtas sobre la dinámica productiva. El Ejecutivo buscará que el dato del tercer trimestre marque una aceleración de la actividad, algo que sería interpretado como una señal de consolidación del rumbo económico.
Además del PIB, el INDEC divulgará la inflación mayorista de noviembre, un dato relevante para entender las presiones de precios en etapas previas al consumo. En octubre, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró una suba de 1,1% mensual, con impacto diferenciados en productos nacionales e importados.
En paralelo, el Gobierno también analizará los datos de canasta de crianza, costo de la construcción e indicadores de comercio exterior, que permitirán completar el panorama económico antes de cerrar el año. Todos estos indicadores corresponden a noviembre y forman parte de la serie que el organismo estadístico difundirá en los próximos días.
Recaudación tributaria y contexto macroeconómico
El contexto en el que se develará el PIB está marcado por una caída de la recaudación tributaria en noviembre, la cuarta consecutiva, atribuida en parte al impacto de la quita de retenciones al agro. Según datos preliminares, la recaudación marcó una caída real de 8,7% interanual, con un total de $15.598.232 millones. Esta dinámica presenta una tensión fiscal que el Gobierno está tratando de equilibrar a través de políticas de gasto y financiamiento.
El foco oficial está puesto en que el dato del PIB acompañe una narrativa de recuperación sostenida de la actividad. Especialmente tras la emisión de deuda por 1.000 millones de dólares en los mercados internacionales. Una señal que las autoridades consideran una muestra de confianza externa en la economía argentina.
