«Pienso que es por ser un jugador formado en el club. Y en una de esas porque la gente nota que yo estoy a gusto acá, disfruto de Boca. Puede ser que sea por el esfuerzo. Yo siempre trabajé para volver bien. Es el día de hoy que trato de fortalecerme: el fútbol es cada vez más de atletas, no alcanza con la habilidad. Como decía antes, las cosas suceden por algo. No hay que apurarse», arrancó declarando Exequiel Zeballos sobre el cariño que le brinda la gente de Boca y también de su futuro en el sitio “Desde la Boca”.
Con relación a su festejo ante River, el “Changuito” reveló: «No estaba preparado, nada… Ni siquiera me acuerdo bien cómo fue y hasta me da algo de vergüenza volver a verlo. Apenas miré algunas fotos… Nosotros acostumbramos a entrenar los jueves en La Bombonera y yo suelo salir para ese lado, porque ahí están mi viejo y un amigo. Entonces sé que encaré para ahí, pero ni idea de cómo terminé casi en medio de la gente”.
Además, agregó con respecto al Superclásico que “fue ese partido soñado que uno siempre espera: primera vez de titular contra River, un gol al final del primer tiempo, una asistencia al comienzo del segundo, las jugadas que me salieron, la clasificación a la Copa Libertadores, la ovación del público, todo junto en una tarde. Uno a veces no dimensiona lo que esto significa. Necesitás tiempo para asimilarlo.
Asimismo, añadió: «Yo no fui de tomar comunión ni de ir mucho a la Iglesia, pero soy muy creyente. Y aprendí de mis padres que las cosas suceden por algo, que Dios a veces nos pone a prueba. Hay que ser paciente, saber esperar el momento, prepararse… Nunca había errado un penal desde que estoy en Boca, justo fallé ese con Estudiantes y me puse muy mal. En el descanso vinieron los más grandes (Leandro, Marchesín, Edi, Lucho Advíncula) y me tranquilizaron. Y yo me convencí de que debía salir al segundo tiempo sin pensar en eso. Por suerte pude convertir enseguida».
Por último, explicó de su “look maradoniano”: «Sí, la vincha debutó contra Belgrano. Yo me había ido unos días a Santiago después del partido con Aldosivi. Nos pusimos a jugar un picado y, como andaba con el pelo largo, un amigo me prestó una vincha. Desde entonces la uso. Tengo otra para los entrenamientos».
