Paulo Dybala es la gran obsesión de Juan Román Riquelme. El dirigente sabe que el balance del año para Boca fue agridulce. Por eso, el presidente ya cambió el foco y trabaja intensamente en el armado del equipo, pensando en recuperar peso internacional.
Bajo ese marco, Dybala es una opción que ilusiona y enciende la euforia en todos los hinchas de Boca. Su situación en la Serie A italiana es cada vez más precaria, un escenario que hace despertar la ilusión en los pasillos de La Bombonera.
Cómo es la situación de Dybala en la Roma
Boca podría contar con el cordobés en el 2026. El motivo principal es la preocupante actualidad del delantero argentino en la Roma. Dybala fue suplente por cuarta vez consecutiva en el triunfo 1-0 sobre Como, y en esta ocasión, a diferencia de los tres partidos anteriores, ni siquiera sumó minutos desde el banco.
Su entrenador, Gian Piero Gasperini, no dudó en referirse a su estado físico, indicando que el «fútbol actual no te permite estar en condiciones precarias». Aunque Gasperini reconoce que Dybala es un jugador extraordinario y que «no hay nadie en Italia con su calidad» cuando está bien, la falta de minutos subraya la distancia que existe entre el jugador y el cuerpo técnico.
Esta tensión se agrava con la situación contractual. Dybala está por entrar en los últimos seis meses de su vínculo, y los medios italianos ya aseguran que la postura del club cambió: debido a las constantes lesiones y ausencias, Roma tendría decidido dejarlo ir al terminar su contrato.
Esta decisión abre la puerta al posible movimiento de Boca. El club, liderado por Juan Román Riquelme ya fue alertado. Esto se dejó saber en las declaraciones de Marcelo Delgado, quien afirmó que se evaluará «hacer el esfuerzo» si existe la posibilidad. La ilusión se mantiene intacta, tal como lo expresó Leandro Paredes, otro campeón del mundo: «A Dybala lo esperamos en Boca con la ilusión intacta», quien incluso viajó a Italia para ver a Roma durante sus vacaciones.
No obstante, Boca es consciente de que el éxito de una eventual gestión dependerá exclusivamente de la voluntad del futbolista, dado que el contrato que cobra en Europa es incomparable con lo que se paga en Argentina.
