La vida en el fútbol tiene una doble vara ya que puede ser fabulosa o muy dolorosa y hay un enorme sacrificio detrás de cada jugador que sueña con llegar a la máxima categoría y tener el reconocimiento de sus hinchas. Algunos lo lograron, pero otros quedaron en el camino. Y en Boca, como en otras instituciones, sucedió según informó Bolavip.
Tuvo la chance de defender la camiseta azul y amarilla, conquistó el Torneo Apertura 2008 y la Recopa Sudamericana, también en ese año, y pese a que solamente afrontó dos partidos en el club boquense, Josué Ayala se metió en los libros de historia del equipo, pero ahora, a sus 37 años, el presente es totalmente distinto.
Luego de tener la posibilidad de jugar al lado del actual Presidente, Juan Román Riquelme, y de transitar vestuarios de muchísimo nivel, también le tocó volver a poner los pies sobre la tierra y no reniega de ello. De hecho, así fue como pasó por planteles como los de Temperley, Independiente Rivadavia de Mendoza, Atlético Tucumán, Rosario Central, Deportivo Morón, Sarmiento de Junín, Racing de Olavarría y el último fue Deportivo Laferrere.
La realidad indica que su vida está alejada de los flashes, pero no de los campos de fútbol. Mientras define si cuelga los guantes, el arquero ataja penales en diferentes campeonatos amateurs, donde se convirtió en el mejor dentro de un certamen realizado en Miraflores, Chaco.
El ex portero, que debutó en el “Xeneize” el 23 de diciembre de 2008, donde le tocó reemplazar a Javier García en la caída ante Tigre por 1-0, y que sentenció el título por diferencia de gol, no solo se hizo viral por su desempeño en el potrero, sino que también tiene un trabajo aparte para llevar el alimento todos los días a su casa.
Tras disputar un total de 170 encuentros a nivel profesional, en los que recibió 213 tantos y mantuvo la valla invicta en 49 presentaciones, el oriundo de la provincia de Buenos Aires se desempeña como conductor de Uber, la empresa estadounidense proveedora de automóviles como un servicio.
