Con el regreso a los entrenamientos a la vuelta de la esquina, Boca comenzó a mover fichas fuertes puertas adentro. Mientras se analizan definiciones clave en el banco de suplentes y se avanza en el mercado de pases, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme ya tomó nota de una realidad inevitable: habrá salidas inmediatas.
La depuración del plantel es una prioridad. Varios futbolistas deben volver de sus préstamos y otros perdieron terreno durante la última temporada, por lo que el club entiende que es momento de reordenar el grupo antes de encarar los desafíos del 2026.
Saralegui vuelve, pero no se queda
Uno de los casos más avanzados es el de Jabes Saralegui. Tras un muy buen paso por Tigre, el mediocampista de 22 años regresará a Boca, aunque ya sabe que no será considerado para el nuevo ciclo.
Su rendimiento despertó interés inmediato: Tigre busca retenerlo para la Copa Sudamericana, mientras que Independiente, por pedido de Gustavo Quinteros, y Huracán también se anotaron en la pelea. La salida sería mediante préstamo con opción de compra, una fórmula que seduce a todas las partes.
Weigandt no tiene lugar y define destino
Otro nombre marcado es el de Marcelo Weigandt. El lateral derecho viene de consagrarse campeón de la MLS con Inter Miami, donde tuvo mayor continuidad, pero el club estadounidense decidió no ejecutar la opción de compra.
Con la llegada de Facundo Mura a las Garzas y la superpoblación en su puesto en Boca, el Chelo, de 25 años, volverá a salir cedido. Belgrano aparece como el principal candidato para sumarlo de cara al 2026, con negociaciones bien encaminadas.
Aguirre busca salida y Boca quiere vender
El panorama de Brian Aguirre es distinto. El extremo comenzó el año como titular, pero fue perdiendo protagonismo hasta quedar afuera de partidos decisivos, incluida la semifinal ante Racing.
Con escasos minutos en el último tramo de la temporada, el futbolista llegado desde Newell’s apunta a cambiar de aire. Nacional y Peñarol ya realizaron sondeos formales y, a diferencia de los otros casos, Boca pretende una venta definitiva para recuperar la inversión realizada.
La postura del club es clara: 5 millones de dólares es el monto fijado para desprenderse de su ficha. Con interesados sobre la mesa y decisiones tomadas, el Xeneize empieza a delinear un nuevo escenario antes del inicio de la pretemporada.
