Boca cerró el año sin lograr el objetivo principal, pese a haber elevado su nivel en los últimos partidos. La salida del Clausura marcó el final del ciclo competitivo y ahora Juan Román Riquelme concentra todas las energías en la reconstrucción del equipo para la Copa Libertadores.
Bajo ese panorama, el mercado de pases de Boca entró en una fase de máxima tensión. Riquelme, quien habitualmente se muestra predispuesto a negociar cifras onerosas por futbolistas con «jerarquía de selección», llegó a su límite. El presidente se quedó sin paciencia y desistió de seguir insistiendo por un nombre propio.
Riquelme se bajó de las negociaciones y Boca no insistirá por un defensor
Se trata de Gastón Hernández, jugador de San Lorenzo. La negociación, que se perfilaba como una de las más importantes para el 2026, corre serio riesgo de colapsar en Boca.
La situación con el defensor de San Lorenzo alcanzó un punto crítico debido a las constantes dilaciones del club de Boedo en las conversaciones. Ante las idas y vueltas, Boca tomó una postura inflexible y está a un paso de retirarse formalmente de la negociación. Esta decisión se fundamenta, además, en la información que maneja el Consejo de Fútbol sobre posibles ofertas que el zaguero tendría para continuar su carrera en el exterior.
La urgencia por blindar la defensa central no es un tema menor para el «Xeneize». La posible partida de la joya Lautaro Di Lollo, quien está en el radar del Inter Miami y otros clubes extranjeros, obliga a la dirigencia a buscar refuerzos inmediatos. Hernández, de 24 años, suma 108 partidos oficiales y cuatro goles, consolidándose como una de las figuras del torneo local.
Sin embargo, con un valor de mercado de 3.5 millones de euros y una cláusula de 10 millones de dólares, Boca ya empieza a mirar hacia otros rumbos. Entre las alternativas que baraja Riquelme aparecen nombres de peso como Gustavo Gómez, Mateo Carabajal e Ignacio Vázquez.
