El mercado de pases todavía no comenzó formalmente, pero el nombre de Santiago Ascacíbar ya encendió la disputa entre los gigantes del fútbol argentino. El volante de Estudiantes quedó en el centro de la escena cuando comenzó a circular que tanto River como Boca evaluaban la posibilidad de incorporarlo, algo que desató una ola de versiones en las últimas horas.
El escenario entre River, Boca y la situación del jugador
Mientras encara la recta final del Clausura, el mediocampista volvió a aparecer en el radar de Núñez. Según supo este medio, sería uno de los pedidos especiales de Marcelo Gallardo, quien busca sumar un mediocampista central con recorrido internacional. Incluso trascendió que hubo contactos preliminares entre la dirigencia y el entorno del jugador para estudiar las condiciones de una posible operación.
En paralelo, surgieron versiones que también vinculaban al Xeneize con el volante. Sin embargo, fuentes cercanas a Boca aseguran que, al menos por ahora, no figura entre las prioridades inmediatas del club. El perfil del futbolista no sería el que el Consejo de Fútbol tiene como objetivo principal de cara al próximo mercado.
El deseo de Ascacíbar y su impacto en el mercado
Más allá del ruido generado por los dos gigantes, la postura del volante es el punto clave. Si bien su enfoque está puesto en pelear un nuevo título con el Pincha, su preferencia para una futura transferencia es contundente. Según revelaron desde su entorno, “la prioridad de Santiago Ascacíbar es volver a Europa si surge una posibilidad concreta”, una decisión que puede alterar por completo los planes de los clubes argentinos.
Con 28 años, el mediocampista ya acumula una trayectoria importante en el exterior entre 2017 y 2023, etapa en la que defendió las camisetas del Stuttgart, Hertha Berlín y Cremonese. Ese recorrido, sumado a su edad y a su rendimiento actual, lo mantiene expectante ante una eventual chance de regresar al Viejo Continente.
Lo que viene para Estudiantes y los interesados
Ascacíbar tiene un año más de contrato en Estudiantes, un detalle que obliga a cualquier club argentino o europeo a negociar directamente con la dirigencia platense. En River reconocen que encaja en el perfil que pretende Gallardo, pero también admiten que su inclinación por el fútbol internacional podría enfríar cualquier avance. En Boca, en cambio, su postura no genera impacto porque no forma parte de sus prioridades más urgentes.
Aunque todavía falta para la apertura oficial del mercado, la definición del propio jugador marca el camino: antes que analizar propuestas locales, su objetivo es volver a competir en Europa, lo que podría dejar sin margen de maniobra a los clubes más grandes del país.
