River atraviesa un proceso de reconstrucción profunda tras un 2025 para el olvido, y en ese contexto Marcelo Gallardo aceleró el armado del nuevo equipo con la mira puesta en refuerzos pesados. Con la salida de Miguel Borja y el bajo rendimiento de los delanteros en el último tramo del año, el plan apunta a sumar un 9 de jerarquía internacional, y en las últimas horas surgió un nombre que sacudió a todo el mundo River.
“Es verdad”: el nombre que sorprendió al mundo River
Según reveló Hernán Castillo, en River recibieron una propuesta inesperada: Darwin Núñez, delantero uruguayo con pasado reciente en Liverpool, habría sido ofrecido por intermediarios que buscan reubicarlo tras su estadía en Arabia Saudita. El periodista fue contundente al confirmar la situación: “Es verdad que ofrecieron a Darwin Núñez. En River quieren ver si es verdad que puede venir, si es posible”.
La situación tomó fuerza porque desde Núñez aseguran que el jugador no logró adaptarse al fútbol árabe y estaría dispuesto a escuchar alternativas fuera de Medio Oriente. Este solo dato ya encendió la ilusión de parte del mundo River.
¿Puede llegar en enero?
Castillo detalló que la propuesta llegó a través de un intermediario que no es el representante oficial del futbolista: “Vino un señor que dijo que podía traer a Darwin Núñez, que se aburrió de estar en Arabia. Ahora en River quieren ver si es cierto”, explicó el periodista, dejando abierta la puerta a una negociación que, de concretarse, sería una verdadera bomba en el mercado.
El uruguayo, de enorme potencia ofensiva, viene de ser campeón de la Premier League con Liverpool y apenas lleva unos meses en Al Hilal, club al que se incorporó por una cifra millonaria. Su salida parecía imposible… hasta ahora.
Un refuerzo que cambiaría la historia
Para Gallardo, un delantero como Darwin Núñez implicaría un salto de categoría inmediato en un año donde River necesita reconstruirse desde la base. Y aunque todavía falta saber si la propuesta tiene sustento real, el simple hecho de que el nombre esté sobre la mesa ya generó una revolución.
