La situación de Ander Herrera volvió a generar ruido en Boca en plena planificación del 2026. El mediocampista español viajó a España apenas comenzaron las vacaciones y, antes de hacerlo, retiró sus pertenencias del predio de Ezeiza, un gesto que encendió las alarmas sobre su continuidad.
Aunque dentro del club confían en que seguirá al menos una temporada más, lo cierto es que todavía no hay una determinación tomada por el propio jugador. Mientras tanto, el escenario plantea solo dos caminos posibles para el ex Athletic Bilbao.
Las dos alternativas que analiza el español
Desde hace semanas, Herrera descansa junto a su familia en Europa, pero sabe que deberá definir su futuro en el corto plazo. Hoy, las opciones son claras: retirarse del fútbol profesional o continuar su carrera con la camiseta de Boca.
En caso de optar por colgar los botines, el mediocampista tiene decidido que el Xeneize sea su último club. Sin embargo, la posibilidad de seguir compitiendo no está descartada, sobre todo por un objetivo puntual que aparece como fuerte motivación.
El factor Libertadores que puede cambiar todo
Uno de los puntos que más peso tiene en la decisión es la Copa Libertadores 2026. La chance de disputar nuevamente el máximo torneo continental de la región seduce a Ander Herrera, que considera ese desafío como un incentivo clave para extender su carrera.
En ese contexto, desde Boca ya tomaron una postura clara: el club quiere que continúe, pero bajo nuevas condiciones contractuales, adaptadas a lo que fue su participación durante el último año.
La propuesta de Boca y la charla con Riquelme
La dirigencia, encabezada por Juan Román Riquelme, tiene preparada una oferta concreta. Se trata de un contrato con salario reducido, compensado con premios por objetivos cumplidos, una fórmula que contempla las reiteradas lesiones musculares que limitaron su continuidad en 2025.
Según reveló el periodista Claudio Civiello, esta idea surgió luego de una charla entre el presidente y el jugador antes del cierre de la temporada. En ese diálogo, Herrera le expresó a Riquelme que no consideraba justo activar la cláusula de renovación automática, al entender que no pudo aportarle al club lo esperado por sus problemas físicos. Ese gesto fue clave para que Boca avance con una propuesta basada en productividad.
Ahora, la pelota está del lado del volante español. En los próximos días, Ander Herrera deberá definir si sigue persiguiendo desafíos con la camiseta de Boca o si decide ponerle punto final a una carrera marcada por la jerarquía y la experiencia europea.
