La preocupación volvió a instalarse en Boca luego de que Ander Herrera, una de las apuestas más experimentadas del plantel, quedara al margen del triunfo ante Argentinos Juniors por el Torneo Clausura. Aunque integró la lista de suplentes, Claudio Úbeda prefirió no usarlo por una nueva molestia muscular que encendió todas las alarmas en el cuerpo técnico.
El motivo de la ausencia y el historial que inquieta al Xeneize
Herrera había logrado hilar ocho partidos consecutivos con participación, algo inédito desde que desembarcó en el club. Pero una molestia en el isquiotibial izquierdo lo obligó a entrenar diferenciado durante la semana y frenó ese envión justo en el tramo más exigente del semestre.
El español, de 36 años, arrastra un recorrido complicado desde su llegada: ya sufrió cuatro lesiones distintas en lo que va del año y se perdió 29 encuentros, más de la mitad de la temporada. Cada recaída lo obligó a retroceder en su recuperación y por eso el cuerpo técnico avanza con extrema cautela.
Qué se sabe sobre su presencia en la semifinal
Desde este martes, el cuerpo médico lo evaluará día a día para definir si podrá estar en la semifinal. La idea es evitar cualquier riesgo que lo deje afuera del cierre de la temporada y del gran objetivo que se viene: la Copa Libertadores 2026.
En el club reconocen que su situación genera preocupación, pero también valoran su compromiso y profesionalismo para mantenerse competitivo cada vez que puede volver a sumar minutos.
Herrera, sincero sobre su presente físico
Hace algunas semanas, el propio volante había admitido la dureza de este ciclo en el que las lesiones marcaron su camino. “Ha habido momentos difíciles, la he pasado mal”, reveló ante los medios. Aun así, dejó claro que no piensa bajar los brazos: “Para mí jugar en este equipo es algo único y voy a pelearla hasta el final”.
Sus palabras cobraron aún más fuerza ahora, cuando Boca enfrenta un momento decisivo y necesita de toda su jerarquía en la mitad de la cancha.
