La Reserva de Boca vivió un 2025 soñado. Campeona del Torneo Proyección Clausura y del Trofeo de Campeones, el equipo de Mariano Herrón se convirtió en una de las buenas noticias del club en la temporada. Sin embargo, el éxito colectivo no siempre se traduce en certezas individuales.
Para varios de los jugadores, el próximo mercado de pases aparece como un momento clave. En el fútbol formativo, ganar suele ser apenas el primer paso. El verdadero examen llega después, cuando el salto a Primera se vuelve una posibilidad concreta, o un camino lleno de obstáculos.
En ese escenario se encuentran hoy Santiago Dalmasso y Mateo Mendía, dos de los jóvenes que fueron importantes en la exitosa campaña y que, pese a ello, podrían buscar minutos lejos de Boca a partir de enero.
Los campeones de Boca podrían salir mucho antes de lo previsto
La explicación no pasa por el rendimiento, sino por el contexto. La sobrepoblación en determinados puestos y la necesidad del club de reforzarse para afrontar un calendario exigente en 2026 reducen el margen para que todos los juveniles tengan oportunidades reales. En ese sentido, los préstamos aparecen más como una solución de crecimiento que como una salida definitiva.
Ser campeón en Reserva no garantiza continuidad ni protagonismo inmediato en la élite Boca, como muchos clubes grandes, debe administrar una cantera que produce talento en cantidad, pero que no siempre puede absorberlo en el corto plazo.
Para algunos, cambiar de aire puede significar sumar rodaje y volver mejor preparados; para otros, el riesgo es quedar relegados si no encuentran el destino adecuado. Mientras tanto, el equipo ya mira hacia adelante. Dylan Gorosito y Santiago Zampieri parecen tener su lugar asegurado en el plantel superior, y otros nombres como Iker Zufiaurre o Camilo Rey Domenech esperan su oportunidad.
El desafío para Boca será claro: convertir los títulos juveniles en proyectos sostenibles y evitar que una generación campeona quede en el recuerdo sin continuidad en Primera.
