Javier García es uno de los tres jugadores que terminan su contrato con Boca a fines de año. A diferencia de Cristian Lema y Frank Fabra (que se despidió este martes con signos de tristeza), que ya se sabe que no renovarán, el caso del arquero de 38 años aún es una incógnita. Sin minutos en el 2025, pero siendo importante para el grupo, la dirigencia todavía no se sentó a charlar con él sobre qué sucederá el año próximo según informó la web de TyC Sports.
El futbolista surgido de las divisiones inferiores del club boquense, de gran relación con Juan Román Riquelme, volvió a la institución en plena pandemia para ser el tercer portero del plantel. Con la salida de Esteban Andrada, el ex Racing quedó como como suplente de Agustín Rossi y posteriormente de Sergio Romero.
En ese lapso actuó cuando el titular sufría una lesión o en el momento en que el entrenador de turno decidía colocar un equipo alternativo debido a lo comprimido del calendario. Sin embargo, su último partido data de marzo del 2024 y en aquel choque ante la “Academia” arrancó de inicial debido a que “Chiquito” estaba con problemas físicos, pero una dolencia provocó que saliera a los 73 minutos y le dejara su lugar a Leandro Brey. Desde entonces, el surgido en Los Andes se quedó con el puesto en el banco de los suplentes, mientras que el guardameta pasó a ser el tercero en la consideración de los entrenadores.
A fines de 2024 se encontraba en una situación similar a la actual: no tenía rodaje y su vínculo expiraba el 31 de diciembre. A pesar de eso, acordó con la dirigencia renovar por una temporada más por pedido expreso de Fernando Gago, que lo consideraba una pieza importante dentro del vestuario. Pese a que no es tenido en cuenta, es un líder positivo dentro del grupo.
Desde su vuelta al “Xeneize” a mediados del 2020, el ex Tigre disputó 29 encuentros y pudo mantener la valla invicta únicamente en cinco. Fue inicial en la goleada por 3-0 frente a Patronato por la Supercopa Argentina 2023, el último título del conjunto azul y oro.
