Este viernes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin se reunió en Pekín con su par, Xi Jinping, y manifestó que su país ha preparado un nuevo acuerdo para suministrar más gas a China, en un momento de tensión con Occidente sobre la situación en torno a Ucrania y otras cuestiones.
Rusia, uno de los principales exportadores de hidrocarburos del mundo y el tercer proveedor de gas de Pekín, ha reforzado sus vínculos con China, el mayor consumidor de energía del mundo. «Nuestros petroleros han preparado muy buenas soluciones nuevas sobre el suministro de hidrocarburos a la República Popular China», dijo Putin en una reunión con Xi para tratar la posibilidad de una cooperación más estrecha.
«Y se ha dado un paso adelante en la industria del gas, me refiero a un nuevo contrato sobre el suministro de 10.000 millones de metros cúbicos (bcm) al año a China desde el Extremo Oriente ruso», manifestó el mandatario ruso, que se encontraba en China para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno.
Por su parte, Xi Jinping expresó que las dos naciones se apoyarían mutuamente «y con resolución» en la defensa de sus intereses fundamentales y profundizarían la coordinación estratégica. El mandatario chino dijo que la cooperación estratégica chino-rusa es «inquebrantable, pasada, presente y futura», replicó Reuters.
Este viernes, la empresa rusa Gazprom ha acordado un contrato de 30 años para suministrar gas natural a la china CNPC a partir de un nuevo gasoducto que conectará el Extremo Oriente ruso con el noreste de China, según una fuente del sector con conocimiento directo del acuerdo.
Rusia envía gas a China a través de su gasoducto Power of Siberia, que comenzó a bombear suministros en 2019, y mediante el envío de gas natural licuado (GNL). La red del gasoducto siberiano es independiente de otra red que envía gas a Europa, donde los precios del gas han subido a niveles récord, una de las varias fuentes de tensión entre Occidente y Moscú.