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SOCIEDAD

¿Mito o realidad?: para el Gobierno bonaerense las aulas siguen siendo un “foco de contagio” de coronavirus

De momento, no correría peligro el ciclo lectivo, pero vuelve a la luz una vieja discusión que tiene un antecedente en la Corte Suprema.

Coronavirus

El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, hizo resurgir un debate que parecía estar terminado hace varios meses. A un mes de la vuelta a clases, el funcionario del Gobierno bonaerense afirmó que las aulas siguen siendo un “foco de contagio” de coronavirus. Ante los dichos de Kreplak, vuelve la pregunta “¿Mito o realidad?” sobre el riesgo de infecciones en las escuelas.

En diálogo con Mañana Sylvestre (Radio 10), el titular de la cartera sanitaria provincial comenzó celebrando que “está retrocediendo la ola de coronavirus”, aunque advirtió que con el comienzo del ciclo lectivo 2022 podría haber un aumento en la cantidad de casos positivos porque las aulas pueden “ser un foco de contagio” del virus Sars-Cov-2 surgido en Wuhan, China.

“Estamos preparándonos para el inicio de clases, porque muchos chicos en un lugar cerrado, juntos y durante muchas horas puede ser un foco de contagio y eso después se traslada a las familias”, advirtió Kreplak, al tiempo que destacó que la clave para evitar un eventual rebrote producto de la asistencia a las clases es “vacunación, ventilación y el uso adecuado de barbijos”.

¿Mito o realidad?

Particularmente en la Argentina, no hay estudios puntuales sobre los riesgos del Covid-19 en las aulas. Sin embargo, hay evidencia internacional que constataría que las escuelas, con los cuidados necesarios, no serían focos importantes de infección. De todas formas, el riesgo sanitario siempre está. Entre quienes se animaron a teorizar al respecto, se destaca Guadalupe Rojo, profesora de la Universidad Torcuato Di Tella e investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo Humano de la Universidad de San Andrés.

Según los datos disponibles a nivel internacional, Rojo afirmó al sitio Cheaqueado que los colegios no parecen ser un especial foco de contagio y que la presencia del Covid-19 en esos entornos se vería afectada por los niveles de transmisión comunitaria. En otras palabras, la situación social afectaría la situación en las escuelas y no viceversa. La misma profesional también habló de un “ataque secundario”, vinculado a la transmisión a la familia después de la detección del caso en la escuela. Con lo cual, se presume que el caso cero no sería la escuela.

En tanto, la revista científica The Lancet hizo especial énfasis en el caso del Reino Unido y sostiene que “la reapertura de la escuela, sin una sólida mitigación del Covid-19, corre el riesgo de acelerar la pandemia”. “Si bien regresar a la escuela lo antes posible es imperativo para la educación, el desarrollo social y el bienestar mental y físico de los niños, no es suficiente lo que se ha hecho para que las escuelas sean más seguras para los estudiantes y el personal”, advirtió.

Por su parte, Ernesto Resnik, biólogo molecular y biotecnólogo argentino que reside en Estados Unidos, trajo a colación un estudio que muestra el aumento de casos en las personas de edad escolar en el Estado de Minnesota y afirmó: “Es razonable decir que es preferible tener igual las escuelas abiertas. Lo que no es razonable es decir que en las escuelas no hay contagios”.

Por último, se destaca una publicación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), que destaca que la evidencia internacional disponible verifica que “en las escuelas no se potencian los casos de Covid” y que “los riesgos no están en el interior de las escuelas, sino en los movimientos que se generan alrededor de la escuela, fundamentalmente aquellos relacionados con el uso del transporte público”.

El debate en Argentina a lo largo del año pasado fue arduo, principalmente luego de que el presidente Alberto Fernández decretara el 16 de abril último la suspensión de las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por dos semanas consecutivas. La Ciudad de Buenos Aires, en completo desacuerdo a la medida, no acató la orden, mantuvo la presencialidad y fue a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que falló a favor del Gobierno porteño y dejó un clima más que caliente entre el mandatario Fernández y el alcalde Horacio Rodríguez Larreta.