En unas turbulentas internas por el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) crecen las dudas si este llegará a firmarse. Ahora, los sectores de la izquierda y movimientos sociales críticos de la Casa Rosada desplegarán este martes una protesta en todo el país para objetar abiertamente los alcances del entendimiento. No es lo que más alertas causas, sino el efecto contagio y la desestabilidad que le podría generar a Alberto Fernández.
En la Casa Rosada tomaron nota en los últimos días de la protesta piquetera, intentaron tender un puente de diálogo con algunos referentes de movimientos sociales y temen que el malestar de la izquierda se traslade con mayor énfasis a los legisladores oficialistas que cuestionan el acuerdo con el FMI pero que aún no definieron su voto en el Parlamento.
Más de 40 organizaciones piqueteras saldrán este martes a las calles en 19 provincias y marcharán a la Plaza de Mayo para cuestionar el «acuerdo con el FMI que trae más pobreza y desocupación», según reza la misma convocatoria a la protesta nacional.
Inestabilidad puertas adentro
La preocupación de la Casa Rosada ante un eventual efecto contagio de la izquierda es entendible: hoy existe un grupo de unos 30 legisladores alienados al kirchnerismo que se muestras reacios a avalar en el Congreso el acuerdo sellado por Martín Guzmán.
Desde el Polo Obrero, Eduardo Belliboni, explicó en declaraciones radiales que «es inconcebible que las organizaciones obreras y sociales acepten un pacto colonial que controlará las cuentas públicas y la política económica cada tres meses condicionando los desembolsos y chantajeando con el default».
Al referirse al acuerdo del gobierno con el FMI el líder del Polo Obrero añadió que ese entendimiento «implica un ataque generalizado contra todos los trabajadores. La reducción drástica del déficit estatal que se impone para reunir los dólares de la deuda solo puede lograse achicando el gasto social, los salarios, las jubilaciones y los subsidios a la energía, las partidas destinadas a Salud, Educación y vivienda. Así, el acuerdo profundiza de manera brutal el ajuste que los Fernández vienen ejecutando para cumplir con los vencimientos durante estos dos últimos años».
Desde la agrupación Libres del Sur la dirigente Silvia Saravia comentó que la marcha a Plaza de Mayo prevista para el martes fija como meta el «no pago de la deuda» y también habrá una convocatoria a una consulta popular nacional. Esta encuesta se prevé realizar entre el 3 y 6 de marzo en todo el país para analizar los alcances del acuerdo sellado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Georgieva dijo que se complica
En relación a la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de Diputados del oficialismo y las críticas internas en el Frente de Todos al resultado de la negociación, Georgieva dijo que el programa debe reconocer “los límites para hacer cambios en la Argentina en los próximos años, dada la oposición de la parte radical de izquierda de la coalición peronista gobernante del país”, según informó Bloomberg.
Georgieva subrayó la importancia de que el plan se base “en supuestos realistas” que no dependan únicamente de que ocurra el mejor escenario. “Nuestro foco principal es sacar a la Argentina de este camino muy peligroso de la alta inflación”, dijo en una conferencia de prensa virtual.
Señaló que en la negociación entre la Argentina y el Fondo existen “dos áreas de condicionalidad estructural” que vienen en el entendimiento alcanzado a nivel del staff técnico: los cambios en impuestos y en el gasto público.