El presidente Alberto Fernández regresará a la Argentina en las próximas horas tras su gira por Rusia, China y Barbados. Si bien desde Casa Rosada celebran buenos resultados de esta visita por Eurasia, los anuncios de inversiones de los que se jactan desde el entorno del Presidente volvieron a quedar eclipsados por sus deslices diplomáticos ante los ojos del mundo. El extenso historial de “papelones” internacionales del Jefe de Estado y cómo quedó debilitado en el plano internacional.
Comentarios raros, desaciertos, desvaríos, exageraciones, papelones, fallidos, lapsus. Durante los primeros 25 meses de su gestión, Fernández sumó un sinfín de momentos que lo expusieron ante la comunidad internacional y generaron reacciones negativas de otros países. Uno de los casos más relevantes ocurrió en junio del año pasado cuando dijo que “los brasileños vienen de la selva”.
«Escribió alguna vez Octavio Paz que los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos», dijo el Presidente el 9 de junio de 2021 en un acto junto al jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, en el marco de visita oficial a Buenos Aires. Su frase fue tildada de racista y duramente cuestionada por el arco político nacional, de Brasil y otros países del globo, recordó el periodista Jonatan Viale en su editorial de +Realidad por LN+.
Además de esta acusación, Fernádez se equivocó sobre el origen de la cita que no pertenece al Nobel mexicano Octavio Paz sino que es más parecida a una canción de Litto Nebbia. “A nadie quise ofender, de todas formas, quien se haya sentido ofendido o invisibilizado, desde ya mis disculpas”, escribió el mandatario tras su error.
La «argetineada» que al mundo no le gusta
Otro cuestionado gesto ocurrió durante la visita del Presidente a Roma en el marco de la cumbre de líderes mundiales del G-20. Allí se cruzó con distintos políticos de pesos con quienes intentó establecer vínculos informales con apretones de manos, comentarios risueños y otros gestos. Sin embargo, desde la otra parte no llegó la misma respuesta.
En un cruce con John Kerry, el exsecretario de Estado estadounidense y enviado especial al G-20, Fernández extiende su mano y toma del brazo al funcionario estadounidense que, molesto por el contacto, le quita la mano al mandatario argentino. En ese momento, se observa como, a un costado de ambos políticos, pasa la canciller alemana Angela Merkel, evitando el contacto.
La soledad en Escocia. El 2 de noviembre de 2021, el mandatario nacional realizó un discurso en el marco del encuentro de líderes mundiales del G-20 por el Cambio Climático (COP26). Sin embargo, su alocución en el Scottish Event Campus que eclipsada por la escasa presencia de personas en el auditorio al momento de su intervención: apenas lo escucharon 20 personas.
La gota que rebalsó el vaso
Sin embargo, en la última gira reunió tres gestos particulares que generaron una fuerte repercusión. Por un lado, Fernández pronunció fuertes palabras contra Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ante el mismísimo presidente de Rusia, Vladimir Putín. “Tenemos que ver la manera en que Argentina se convierta en puerta de entrada de Rusia en América Latina de un modo más decidido”, enfatizó el mandatario argentino en una propuesta tildada de “entreguista” y “pusilánime”.
Apenas horas después, durante su visita a Beijing, le dijo al presidente chino Xi Jinpging que “si fuera argentino, sería peronista”. Sin embargo, meses atrás, en su intento por querer quedar bien con todos, Fernández intentó peronizar al presidente norteamericano al llamarlo Juan Domingo Biden. Es decir, colocó en la misma bolsa y usó la misma “estrategia” a las dos potencias más grandes del mundo y autoconsideradas enemigas.
Por último, la cereza del postre llegó el último día de su estadía en el gigante asiático cuando colocó una ofrenda floral en el mausoleo de Mao Zedong, líder del Partido Comunista de China, en la Plaza de Tiananmen. Este líder totalitario es considerado el mayor genocida del siglo XXI y a su régimen se lo acusa de impulsar la muerte de 78 millones de personas, más de las que se le adjudican a Adolf Hitler o Iosef Stalin
La imagen de Alberto, en el subsuelo
De acuerdo a un informe del analista político Jorge Giaccobbe, Alberto Fernández “tiene menos respeto que (Fernando) De la Rúa” y reúne 20 puntos de imagen positiva, mientras que la negativa es de 70. En tanto, al momento de definir al Jefe de Estado en una palabra, entre el listado de las más utilizadas por los encuestados son: inútil, títere, tibio, mentiroso, inepto, inoperante.