Organizaciones sociales y políticas de izquierda protestan hoy, desde las 10, hacia el Ministerio de Desarrollo Social, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, para reclamar “nuevas aperturas de los programas sociales” y que la cartera “cumpla los acuerdos”. Se encuentran paralizando la totalidad de la Avenida 9 de Julio, realizando una marcha piquetera.
Las agrupaciones, encabezadas por el Polo Obrero en el bloque de “Unidad Piquetera”, se concentran en las inmediaciones de las estaciones ferroviarias de Constitución y Retiro para luego confluir en la sede de la cartera que conduce Juan Zabaleta, en avenida 9 de Julio y Belgrano.
La protesta del movimiento piquetero promete ser masiva. Las columnas de manifestantes provocaban esta mañana importantes dificultades con la circulación del tránsito en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, con cortes totales en ambos sentidos de la 9 de Julio y fuerte congestión sobre la autopista Illia.
La semana pasada, funcionarios del ministerio de Desarrollo Social se reunieron con varios dirigentes de la Unidad Piquetera en la que se debatieron los reclamos centrales que llevaron los referentes territoriales. Allí se habría adelantado que por el momento la cartera no tenía previsto aumentar la cantidad de beneficiarios en “Potenciar Trabajo”, el programa social por el que suelen cobrar el ingreso social complementario más de un millón de cooperativistas.
La decisión de cerrar el cupo de beneficiarios produjo como primera reacción la movilización de este martes de las organizaciones de izquierda. La marcha aparece como la continuidad de una serie de medidas que tuvo su comienzo el 8 de febrero, en rechazo al principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El debate de los piquetes
En el año 2016 se aprobó el Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Manifestaciones Públicas, popularmente conocido como protocolo antipiquetes. Sin embargo, nunca se llegó a implementar y quedó como una de las iniciativas fallidas de la gestión macrista. Con los sucesivos cortes que vive la ciudad de Buenos Aires se lo pone otra vez en la mesa de debate.
En los considerandos de la norma, se justificó su necesidad al argumentar que «el Estado debe brindar la certeza de que todos los miembros de la sociedad pueden gozar de los mismos derechos, por ello, la libertad de un individuo o grupo termina donde comienza la del otro» y, por lo tanto se entiende que es obligación del Gobierno que los que no se quieran manifestar «no vean afectados sus derechos a circular libremente, a trabajar y ejercer toda industria lícita, a comerciar, a educarse y demás derechos también amparados constitucionalmente».
Se estableció que en el caso de tratarse de una manifestación programada el Ministerio de Seguridad de la Nación, o las autoridades competentes de los Gobiernos provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires «tomará contacto con los líderes de la manifestación, a fin de que se encauce la misma en el marco del presente Protocolo y las leyes vigentes. Se coordinaran las mismas de acuerdo a las características para establecer su recorrido, tiempo de duración y realización, dando aviso a la justicia».
La última idea de prohibirlos
El legislador Ramiro Marra, junto con el bloque de Javier Milei en la Legislatura Porteña, presentó un proyecto de ley con el objetivo de prohibir la realización de piquetes en la vía pública en la Capital. Se trata del primer proyecto presentado por el bloque de legisladores del economista y diputado Javier Milei.
“No puede ser que cada día que quiero ir a trabajar tenga que enfrentarme a un corte de calle. La política no se hace cargo de los piquetes, así que, como respuesta, el concepto de piquete no tiene que existir más”, señaló Marra del partido La Libertad Avanza.
El proyecto, además, le exige al gobierno porteño que designe un espacio particular en donde los manifestantes se puedan expresar sin perjudicar a terceros. Marra dijo que “el autódromo es un buen ejemplo de un espacio así: no tiene uso en la actualidad y una manifestación ahí no restringe el derecho de los demás a circular”.