La Coparticipación es un sistema que se creo por primera vez en 1935 con el objetivo de ofrecer mayores ingresos a provincias carenciadas por su situación geográfica (lejos del puerto de Buenos Aires) y por su cantidad de población, es decir, si había menos habitantes le correspondía más dinero del reparto. Al principio el 82% del presupuesto se lo quedaba el Estado Nacional, pero con el paso del tiempo, en el año 1985 ese número se redujo al 42,34% y las provincias se quedaron con el 54,36%.
El problema fue que con el tiempo Buenos Aires fue cediendo dinero de la Coparticipación con el objetivo de no recibir tantos habitantes. «¿Por qué vienen argentinos de otras provincias a Buenos Aires? En busca de trabajo, de oportunidades. La idea era distribuir recursos entre las provincias para que en ellas se generen oportunidades y así se detenga la migración interna, o se revierta», sentenció Axel Kicillof en radio Provincia, sin embargo, la misión no funcionó.
Desde el año 1988, el sistema consiste en que una porción de los fondos recaudados por Nación como el IVA y otros, sean repartidos entre las provincias en tiempo real. El Estado nacional realiza las transferencias automáticas a las jurisdicciones, apenas recibe el dinero. Sin embargo, no parece ser la solución para los problemas estructurales de las provincias, ya que no generó más inversión del sector privado en los territorios más carenciados, por eso hay más habitantes en Buenos Aires que hace 30 años.
¿Cómo se distribuye el sistema de la Coparticipación?
Hay un 15% que se para el financiamiento del sistema previsional nacional y otros gastos y una cifra fija de $45.800.000 mensual que se reparte equitativamente entre las provincias; un 42,34% va al Tesoro Nacional y un 58,66% al resto de las provincias. La Ciudad de Buenos Aires en la actualidad recibe solamente el 2,65% que se desprende del Estado Nacional.
Lo más llamativo es la desigualdad en el reparto. Hay ciertas provincias que directamente dependen del fondo, es decir, no son capaces de generar trabajo privado sin la presencia del Estado. El 93,4% del gasto público de Formosa proviene de este sistema y lo mismo sucede con La Rioja (90,9%), Catamarca (89,76%), Chaco (86,7%), Jujuy (86,6%), San Juan (84,6%) y San Luis (79%). En el caso de CABA, la Coparticipación apenas tiene una incidencia en el gasto público del 29%.
¿Cómo es posible que un distrito del país dependa exclusivamente del subsidio de otras provincias? El sistema no parece ser equitativo y tampoco ha generado la instalación de empresas privadas en el norte del país. Desde el año 1988, el Congreso sigue sin debatir una modificación completa que permita un reparto más racional. Algunos diputados como Javier Milei directamente sostienen que hay que eliminar directamente el sistema y que cada provincia se haga cargo de su infraestructura.