El empresario de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, sigue sin aparecer y en consecuencia, Interpol, tal como informó El Intransigente, ordenó el pedido de captura. En ese marco, Ignacio Trimarco, abogado de quienes se vieron perjudicados por la estafa piramidal más grande de la Argentina, dio detalles sobre el mecanismo de esta operatoria y precisó que «ellos ofrecían una rentabilidad casi del 100% en tres meses y en dólares».
Esta mañana en diálogo con Antonio Laje, que conduce el ciclo Buenos Días América, el entrevistado detalló que «a una persona que había depositado 8.000 dólares, le prometían en tres meses, 16.000 dólares» y remarcó que estas estafas «tienden a captar personas que no tienen un conocimiento financiero u otro tipo de instrucción económica».
Es por eso, que aseguró que «tiene que ver con la captación de la confianza» e indicó que «en Generación Zoe decían que tenían bancos, universidades, minas de oro, además de una serie de medios de comunicación de captación masiva que hacían que la gente termine confiando y creyendo». En ese sentido explicó que el funcionamiento de las estafas piramidales consiste en que «durante un primer tiempo la gente cobra».
En esa línea hizo hincapié en que «la intermediación financiera es una actividad que está regulada por el Banco Central de la República Argentina» y recalcó que «al organizarlo sin autorización como en este caso, tomar créditos a plazo fijo, una relación de intereses, constituye una actividad ilícita». Además, añadió que «tampoco estaba avalada por la Comisión Nacional de Valores».
¿Generación Zoe daba recibos de sueldo?
Frente a ese panorama aclaró que «si bien no era una obligación que quienes entraban a Generación Zoe llevaran gente, sí los incitaban a que lo hicieran y de hecho quien traía a alguien cobraba un porcentaje extra» y sobre la denuncia en sí, sostuvo que se debe a «que las personas actualmente ya dejaron de cobrar y no cobraron el mes de enero».
En ese punto aseguró que «tengo los recibos de sueldo que les daban a mis clientes» y detalló que «lo que hacían era, depositar el dinero, darle un recibo provisorio a la gente y les decían que después les iban a mandar el contrato», pero «el contrato nunca llegó», subrayó y remarcó que «ese recibo se los daban todos los meses y tenían el logo de Zoe».
Por si esto fuera poco, el abogado añadió que «les hacían un usuario y una contraseña para que ingresen a una página y vean el dinero que estaba ingresado». Al ser consultado acerca de qué pasaría si les pagan a los damnificados el dinero que les deben, explicó que «en ese caso se extinguiría la acción de los particulares, pero no el delito de acción pública» y detalló que ahí se encuentra «la evasión agravada, la infracción cambiaria y demás delitos».