La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre salud mental y cómo quedó afectada durante la pandemia de COVID-19. A causa del aislamiento social, el pánico y la incertidumbre, los especialistas confirmaron que los trastornos de ansiedad y depresión subieron un 25%. Las limitaciones en la capacidad de las personas para trabajar, buscar el apoyo de sus seres queridos y participar en sus comunidades fueron las causas que desencadenaron, en su mayoría, los trastornos.
“La soledad, el miedo a la infección, el sufrimiento y la muerte, el duelo después del duelo y las preocupaciones financieras también se han citado como factores estresantes que conducen a la ansiedad y la depresión durante la pandemia”, detalla el informe publicado el día miércoles. También se reportó un aumento de pensamientos suicidas entre los profesionales de la salud por el agotamiento y la exposición a la enfermedad.
Los adolescentes también sufrieron las consecuencias del aislamiento, al no contar casi con ningún tipo de contacto con amigos o entornos sociables, como la escuela, el club deportivo, los bares, los eventos masivos, entre otros espacios. Se han confirmado incrementos en los comportamientos autodestructivos en todo el mundo, debido a la falta de contención.
Asimismo, la OMS confirmó que “las personas con problemas de salud física preexistentes, como asma, cáncer y enfermedades cardíacas, tienen más probabilidades de desarrollar síntomas de trastornos mentales”. “Los datos sugieren que las personas con trastornos mentales preexistentes no parecen ser desproporcionadamente vulnerables a la infección por COVID-19. Sin embargo, cuando estas personas se infectan, es más probable que sufran hospitalización, enfermedades graves y la muerte en comparación con las personas sin trastornos mentales”, especificó el escrito.
Las mujeres también fueron un grupo altamente expuesto a los trastornos de la salud mental y a otro tipo de enfermedades. Se corroboró que estas quedan “más gravemente afectadas que los hombres y que las personas con condiciones de salud física preexistentes, como asma, cáncer y enfermedades cardíacas” al tener “más probabilidades de desarrollar síntomas de trastornos mentales”.
Declaraciones de las autoridades
“La información que tenemos ahora sobre el impacto de COVID-19 en la salud mental del mundo es solo la punta del iceberg”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus director general de la OMS. “Esta es una llamada de atención a todos los países para que presten más atención a la salud mental y hagan un mejor trabajo para apoyar la salud mental de sus poblaciones”.
De este modo, el organismo y múltiples centros de salud, como así también médicos especialistas, alzaron la voz para bregar por la importancia de la salud mental, altamente postergada durante este tiempo. “Si bien la pandemia ha generado interés y preocupación por la salud mental, también ha revelado una inversión insuficiente histórica en los servicios de salud mental. Los países deben actuar con urgencia para garantizar que el apoyo a la salud mental esté disponible para todos”, comunicó Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OMS.
Ayuda en Argentina
El Centro de Atención al Suicida tiene disponible una línea nacional para atender los casos de urgencia. El número es (011) 5275-1135 o línea 135, y está disponible las 24 horas. También cuenta con un grupo de psicólogos online. Desde el Ministerio de Salud de la Nación también alertaron sobre los comportamientos que una persona con un trastorno puede tener, tales como aislamiento, agresión, insomnio o pérdida de memoria.