Martín Guzmán, ministro de Economía, manifestó que el nuevo acuerdo con el FMI traerá más estabilidad para la Argentina. Sin embargo, en el 2018, Mauricio Macri también afirmaba prosperidad económica antes de firmar el préstamo y el resultado fue devastador. El 2019 cerró con recesión, inflación, más pobreza e indigencia, menos empleo y más deuda.
«Ahora, el siguiente paso es la aprobación del directorio del FMI. Esperamos el apoyo multilateral. Traerá más estabilidad para Argentina, América Latina y el mundo», indicó Guzmán en su cuenta de Twitter. Es cierto que hacerse cargo de la deuda genera mas certidumbre al mercado, pero la inclusión de nuevos impuestos o retenciones a la economía demuestra que el Gobierno no piensa realizar reformas estructurales.
«Sin un acuerdo era imposible pagar. Y no pagar implicaba que no hubiese financiamiento en Argentina. Implicaba caída de la producción, el empleo y efectos desestabilizantes sobre el tipo de cambio. Implicaba ajuste. Nuestra responsabilidad era dar tranquilidad y certeza de rumbo», señaló Guzmán. Sin embargo, el ajuste existió en el 2021 con la eliminación temprana del gasto social para recuperar los ingresos perdidos por la cuarentena y la inflación del 50,9% para licuar la deuda.
El Gobierno de Alberto Fernández insiste con que no habrá reforma previsional, laboral y tampoco impositiva, por lo tanto, se mantendrá el mismo sistema actual con 170 de impuestos, 70.000 regulaciones al mercado económico, déficit en la caja de jubilaciones y 6 millones de empleados que seguirán estando en negro. La mayoría de los economistas del sector privado coinciden en que estos tres pilares deben ser modificados para encarar un plan sostenible en el tiempo.
Macri y el FMI: la prosperidad que nunca sucedió
«He decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para que nos otorgue una línea de apoyo financiero. Hace minutos hablé con su directora y nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo en un acuerdo. Esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia», dijo Macri en 2018.
El resultado fue devastador. Argentina entró en un espiral de devaluación y aceleración de la inflación que terminó en 53,8% batiendo el récord marcado en 1991. Volvió a instaurar el cepo al dólar y el desempleo llegó casi a los dos dígitos, algo que no sucedía desde el 2005. La pobreza pasó del 31,4% en 2016 a 35,5% a fines del 2019.