A comienzos del 2018, Esequiel Barco fue transferido al Atlanta United de la MLS por 15 millones de dólares libres de impuestos para Independiente. En el medio, el volante donó un dinero y comprometió a Hugo Moyano para que realice una serie de obras en el predio de Villa Domínico. El paso del tiempo expone que nunca se realizaron los trabajos y que la plata desapareció. ¿En que la gastaron?
A veces, los jugadores antes de marcharse de los clubes que los formaron tienen un gesto de agradecimiento. Algunos hacen compras y otros directamente entregan el dinero a los directivos bajo una promesa. La cual implica renovar las instalaciones ya sea para el plantel profesional o para las divisiones formativas. Esto último es lo que hizo el actual volante de River.
Porque Barco cuando dejó a Independiente hizo firmar ante un escribano público la donación de 869 mil dólares. La condición impuesta fue que el club debía emprender la construcción de dos canchas césped sintético FIFA Quality Pro en el predio de Villa Domínico. Una obra que iba a traer soluciones durante las jornadas de entrenamiento.
Tras regresar de la MLS, el jugador decidió darse un paseo por su antiguo club y encontró una sorpresa. Las obras nunca comenzaron y el dinero no se encuentra disponible. Por lo tanto, esto generó que el Rojo reciba una telegrama donde se le solicita información sobre las canchas que debían construirse en las inmediaciones del predio de Santo Domingo.
La respuesta de Moyano
La comisión directiva de Independiente reconoció que no cumplió con el pedido del jugador, pero que el dinero fue invertido en la construcción de seis canchas. Aunque las mismas no poseen las exigencias que se habían señalado. Una de las cláusulas que se impuso es que si las obras no eran ejecutadas en un lapso de dos años, le debían regresar los dólares a Barco.