Siempre dispuesta a decir lo que piensa. De esta manera se muestra Cristina Pérez en cada uno de los editoriales que da a conocer en “Cristina Sin Vueltas”, el programa que conduce a través de Radio Rivadavia. Luego de las medidas que fueron anunciadas por el gobierno nacional en torno al nuevo IFE y al bono destinado a los jubilados, se mostró furiosa.
“Miserias de la política y políticos miserables. Cuando crece el descreimiento en la clase política por su deuda fundamental a la hora de resolver los problemas reales de la gente, el uso miserable de la pobreza y de los pobres y el show del vale todo por una tajada de poder ocupan el escenario. Dan asco. No tienen ni pudor ya de mostrar de lo que son capaces”, aseveró.
Contundente
“Carteles en la calle y cuatrerismo político en el senado. Los carteles que en estas horas comenzaron a poblar la ciudad de Buenos Aires con la leyenda ‘Gracias, presidente, por el bono a los trabajadores de la economía popular’ o a los jubilados no sólo representan el uso del Estado para fines personalistas sino el uso de sus recursos como dádiva y en clave de campaña en medio de una pobreza inmoral”, lanzó la periodista.
Delante de cada uno de sus oyentes, Cristina Pérez fue por más. “Las firmas del Movimiento Evita y Barrios de Pie, cuyos líderes son parte del gobierno parece una admisión burda del clientelismo. Y el sello del PJ estampado con escudo y todo, parecería olvidar hasta sus propias máximas de ‘cuando hay una necesidad hay un derecho’. Encima, la realidad es que a los jubilados los vienen ajustando no sólo con el cálculo de las actualizaciones que no son aumentos sino sinceramientos insuficientes de la inflación, sino que además se los pagan sin carácter remunerativo de manera que ese dinero ni siquiera puede ser incluido en el aguinaldo”, señaló.
“‘Para mi uno de los pilares de la economía es la distribución’, dijo el presidente con una dudosa interpretación y en un contexto en que cuando deberían generar crecimiento real de la economía sólo generan más y más inflación, mientras asfixian con impuestos confiscatorios que se parecen más al latrocinio que a una justa carga. Esa es la concepción del estado que defienden, la de un gigante que en vez de estar al servicio de ciudadanos independientes, considera a las personas su propia servidumbre, que le debe rendir pleitesía y que debe arrodillarse ante la dependencia. ‘Gracias presidente por el bono’, es eso: escupir la dignidad de las personas”, sentenció Pérez.