Esta semana apareció un nuevo testimonio en la causa contra Sebastián Villa por «abuso sexual con acceso carnal». El caso del futbolista de Boca avanza y se espera que la semana que viene aporte su declaración. Pero ahora está más complicado judicialmente porque una testigo mencionó que en la misma noche del hecho que denuncia Tamara Doldan hubo otro abuso más. Y un chat aparece entre las nuevas pruebas.
La testigo explica que la invitaron a ella y a algunas amigas a la casa de Villa y cuando llegaron vieron a Doldan con el jugador. «Tamara se le acercaba a Sebastián y este no le daba bola (…) Mi amiga F. bailaba salsa con Sebastián (…) En ese momento me voy para la cocina y cuando vuelvo para estar con mi amiga F., ya no estaba más. Estaba en la habitación con Sebastián. Cuando me doy cuenta no pasa nada porque ella ya había estado con él, por eso no dije nada», menciona.
Cuando la testigo fue a buscar a su amiga «F» a la habitación del delantero, se encontró con una situación confusa. «Estaba el Vikingo, que estaba en la puerta de la habitación. Paso por encima de él (…) Cuando abro la puerta la veo a mi amiga que sale y tenía los ojos todos llorosos (…) En principio iban a tener relaciones hasta que ella le dice que se ponga preservativo y él no quería», sostuvo.
«Cuando ella sale de la pieza le recrimina al Vikingo y le dice ‘por qué no me abrís si te estoy diciendo que me abras’, a lo que él le contesta ‘vos sabés que yo no los puesto interrumpir’. Al salir de la pieza, F. me muestra su bombacha que tenía rota. Eso también lo ve Tamara», sentencia la nueva testigo. Y cierra: «Yo me pregunto por qué Tamara no nos contó lo que le había pasado, que estaba viendo que mi amiga había salido con la bombacha rota, era una víctima más».
El chat entre ambas
En el chat que se hizo público se lee que Tamara Doldan le dice a la testigo. «No tenés idea lo que pasé en esa habitación. Y tener que poner la mejor sonrisa por miedo». Y ella responde: «Yo diré la verdad (en respuesta a ‘No tenés idea de lo que pasé en esa habitación’)» y «Ah, ¿viste qué feo? ¿Te acordás cuando F. te dijo lo que le había hecho? Y vos te hiciste la pelotuda. Te seguiste viendo con él, sabiendo que era un violador». Por su parte, Tamara menciona: «No, yo me puse a llorar peor. Nunca más, jamás lo volví a ver».
