Se jugaba la final de la Copa Libertadores 2012 y, en la ida, Boca y Corinthians igualaron por 1-1. Facundo Roncaglia marcó el gol del Xeneize, que tenía que ir a ganar sí o sí a San Pablo para salir campeón. Pero, en el medio, se dio una situación extraña: el jugador arregló su salida rumbo a la Fiorentina de Italia y se le terminaba el contrato, por lo que no podía jugar la revancha. El Xeneize se ofreció a pagarle un seguro pero él lo rechazó.
Daniel Angelici dijo en su momento: «La verdad, estoy caliente, muy decepcionado porque hasta último momento estuvimos trabajando para que tuviera todo lo que pedía, pero está visto que no fue suficiente. Una lástima por la gente del club que se movió al compás de cada nuevo requerimiento que llegaba». La diferencia estuvo en el tipo de seguro que le permitía jugar a Roncaglia a pesar de no tener contrato.
El jugador le comunicó a Boca que no jugaría y el club le respondió que entonces no lo harían viajar con el grupo. «Estoy triste, lamentablemente me quedo sin jugar. Se habló mucho y se escuchó una sola campana. Yo me voy tranquilo», dijo él. Y Claudio Curti, su representante, atacó a Angelici: «No entiendo cuál es su decepción. Tuvimos que insistir a través del capitán para que pudiera viajar con el grupo, el presidente no quería ni que viajara».
La resolución
Sin embargo, Juan Román Riquelme, en su rol de referente de aquel plantel, se metió en el tema y pidió que Roncaglia viaje con sus compañeros aunque no juegue. «Le había mandado un mensaje a Román informándole que no podía viajar por lo que había pasado y deseándole suerte para el partido. Y me dijo que se iba a juntar con los muchachos y que iban a hablar. Gracias a ellos hoy estoy acá en Brasil», declaró Facundo desde San Pablo. Finalmente fue derrota para Boca y ambos se fueron del club.
Finalmente fue derrota para Boca y ambos se fueron del club. Con goles de Emerson Sheik, el Corinthians se quedó con la Copa Libertadores con un global de 3-1 y sumó su primer título en América. Para el conjunto azul y oro fue la oportunidad perdida de lograr la séptima estrella en el continente. Tras ese encuentro, Riquelme anunció que se sentía «vacío» y se fue por varios meses hasta su regreso en enero de 2013.
