Abrió su corazón delante de los oyentes. Y es que Karin Cohen supo ganarse el cariño del público que la acompañó durante su desempeño como periodista. Sin embargo, hace algunos años la expareja de Guillermo Andino, decidió alejarse de las cámaras. Ahora, en una profunda entrevista, habló de su presente, pero también recordó lo mal que la pasó.
“Tenía la posibilidad de entrevistar a los 257 diputados, pero siempre terminaban hablando los mismos. El año pasado me terminé de ir del canal y si bien aprendí un montón, sentía que ya no era mi lugar. La vida me trajo para este lugar y la comunicadora está queriendo volver. Me gustaría volver a contar noticias. La pedagogía siempre me interesó y la maternidad me cambió por completo. Los últimos cinco años me entregué más por el conocimiento, la consciencia del presente y que no se escape el tiempo», afirmó.
Fue allí cuando Karin Cohen habló de su marido. “Mauro trabaja en tecnología y hacemos un buen equipo. Me lo presentó mi amiga Anabel Cherubito, con quien en su momento hice la serie Margaritas», afirmó. Además, reveló que antes de conocerlo vivió una situación tormentosa. «Después de Guillermo Andino, me casé con un abogado, pero no se supo mucho de esa relación. Fueron dos años y medio muy difíciles, de una relación bastante brava», lanzó.
“Por suerte, no llegamos a tener hijos así que me separé sin chicos y es una etapa muy triste y dolorosa. Tengo todo muy presente, no reniego de lo que viví y siento que soy quien soy gracias a que pude superar eso. Fue mucho más que eso. Fue más que violencia, más profundo y difícil que eso. Me la di contra la pared mal y siento que todas las experiencias sirven para crecer. Anabel fue una gran amiga y me ayudó a salir”, reveló.
“Porque de un día para el otro pasé a ser la esposa de un señor que no estaba bien. Fue una situación patológica y lo que a mí me sirvió fue ponerme una meta de tiempo. Dije: ´De acá a diciembre voy a salir, tengo que hacerlo´. Estaba muy muy triste. Mi familia fue clave para ayudarme a salir. Todos hicieron lo posible y lo que estaba al alcance. El mensaje es que se puede salir. Yo era muy joven, tenía 30 años y se puede salir si uno entiende que todo en la vida es aprendizaje. Después de eso llegó Mauro y fue mi gran salvador. Es el mejor compañero que pude conocer en mi vida”, finalizó Karin.