En la calle Uriburu al 700, en San Martín, viven Fernando Sabag Montiel y su pareja Brenda Uliarte, autores del ataque armado contra Cristina Kirchner. Allí mismo se realizó un primer allanamiento en el que incautaron 100 balas del calibre de la pistola utilizada para gatillar contra la exmandataria mientras que en una segunda inspección fueron para constatar ciertos datos de las declaraciones de ambos.
La Policía Federal trabaja en nuevas hipótesis sobre este caso y confían en que no actuaron solos, por lo que buscan nuevos indicios en el domicilio que aporten datos en la investigación. En su última entrada a la vivienda, las fuerzas armadas se llevaron material que podría ser útil en la causa aunque no consiguieron ninguna pista que los enlace con otras personas más.
Desde la Justicia sostienen que Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte actuaron con al menos tres personas más realizando inteligencia previa a la agresión. Esto podría develarse cuando el peritaje de los teléfonos de la pareja del agresor y otros cuatro amigos salga a la luz con las conversaciones que mantenían entre ambos y de modo grupal.
La teoría de la Justicia
Luego de recolectar todo tipo de datos, filmaciones de cámaras de seguridad y fotos de ambos, en la Justicia sostienen que debe haber más personas ligadas al ataque. Tal es así que consideran que el carro con los copos de algodón de azúcar fue algo «simulado» para realizar el trabajo de inteligencia, conocer los movimientos de Cristina Kirchner y planificar el ataque.
«Se trabaja sobre la reconstrucción de los días previos: imágenes de carritos de copos de nieve cerca de la casa de la vicepresidenta los días previos. Se está analizando una gran cantidad de material y registro fílmico, cámaras privadas, de la Ciudad, videos aportados por vecinos, militantes que estaban ese día y los anteriores. Ellos no actuaron solos y hay indicios de que hay una banda vinculada a libertarios radicalizados que actuaron en el ataque», confiaron a NA.