Meses atrás, Dalma Maradona tuvo a su segunda hija, Azul, tras haber tenido a Roma hace unos años. A pesar de la felicidad que generaba ese momento, tuvo un grave problema de salud que la hizo quedarse internada, por una anemia severa. Luego de que hayan pasado unos meses de esta situación, anoche visitó ‘LAM‘, y decidió hablar del difícil momento de salud que tuvo que atravesar.
Durante la emisión de ayer de ‘LAM’, conversaron en vivo con Dalma Maradona, que se animó a acercarse al piso del programa y hablar de todo. En un momento, estaban hablando de sus hijas, y Pía Shaw decidió preguntarle por el difícil momento que tuvo que atravesar meses atrás. «¿Cómo estás hoy? Lo atravesaste, en un momento decidiste contarlo, ¿Qué pasó puntualmente? ¿Cómo estás?», le consultó la panelista.
Rápidamente, Dalma aclaró: «No decidí contarlo… Lo tuve que contar por una situación particular, que fue que una persona dijo que yo no estaba pendiente del teléfono… En ese momento me estaban transfundiendo sangre. Verónica Ojeda me había mandado un mensaje felicitándome por Azul, yo le contesté y después pasó esto. Y Dieguito me había mandado un mensaje, que yo no pude contestar porque ya no tenía el teléfono».
Entonces, decidió contar lo que tuvo que atravesar: «Yo me estaba yendo a mi casa, me puse el jean y viene una médica y me dice ‘¿te sentís bien? Porque estás muy blanca’. Yo sentía que me estaba parando para irme, pero no me podía mover de la silla. Ahí me dijeron ‘te vamos a hacer un análisis de sangre, no te moves de acá hasta que tengamos el resultado’. Yo ya me había hecho la película de que me volvía con mi hija a casa, y mi otra hija esperándome».
«Me tuve que quedar esa noche, y cuando me fui, sentía que la transfusión estaba bien, pero no podía alzar a upa a mi hija, no tenía fuerza. De hecho, yo no caí hasta que en un momento estaba sentada en el piso, me agarró un dolor de panza muy fuerte, y me tire en el piso. Vino Roma y le dijo a mi marido ‘¿está muerta?’, y dije ‘no, ya está, algo hay que hacer, ya no me quiero sentir así’. Y me transfundieron hierro otra vez», detalló Dalma Maradona.
Entonces, explicó: «Yo tomaba hierro y lo vomitaba, por eso me tuvieron que transfundir. Cuando me transfundieron dije ‘bueno, ya está, me voy a casa y está todo perfecto’, pero me dijeron ‘no, para ver el efecto tenes que esperar 3 semanas’. La anemia es una situación que tenes que tener mucha paciencia, pero yo decía ‘¿cuándo me voy a recuperar? ¿Qué pasa que no puedo agarrar a upa a mi hija?’. Fue terrible, porque no tenía fuerza para levantarme de la cama. Me agarró una anemia galopante».