Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los programas más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país. «LAM» ha sabido muy bien de qué manera conquistar a los televidentes primero en Canal Trece, y ahora en América TV. Esta vez, el ciclo de Ángel de Brito fue noticia por el tenso momento que vivieron durante una investigación que realizaron relacionada con Gran Hermano.
Sucede que fueron al instituto donde daba clase Martina, la joven acusada de maltratar a sus alumnos. Sin embargo, desde el establecimiento decidieron llamar a la policía. «Casi terminamos presos, lo único que nos faltaba, terminar presos por Gran Hermano. Fuimos a la escuela donde trabajaba Martina porque recibimos varias denuncias de padres que se quejaban por los maltratos a sus hijos y fuimos a buscar testimonios», señaló el presentador.
Fue en ese momento cuando Alejandro, el cronista de «LAM», reveló lo que vivió. «Las denuncias están hace rato, todos lo sabemos, fuimos para ver qué nos decían. Me encontré con mucha gente que me dijo ‘es así’. En un momento hablé con una alumna, llegó el papá y me dijo que le pase mi teléfono, que me iba a mandar información sobre esto», sostuvo.
«No hay animosidad, queríamos ir y preguntar. Después se metieron todos adentro y llamaron a la policía cuatro veces. La policía nos pidió el documento y pasó lo que pasó. Los dueños del colegio tienen una hija que da clases ahí, que es muy amiga de Martina. Obviamente hay un vínculo con el colegio», apuntó el comunicador sin pelos en la lengua.
«Todas las denuncias son públicas, en redes sociales. Cuando llegué al lugar todos se acercaron a decirme que lo que se dijo era cierto. Me dicen: ‘Nosotros firmamos con la inscripción un papel donde no podemos difamar a la institución ni a ningún maestro'», señaló el notero. «Están retenidos legalmente», finalizó Ángel de Brito mostrándose más directo que nunca.