La Argentina volvió a conquistar un Mundial de Fútbol luego de 36 años tras vencer a Francia en la tanda de penales tras un partido frenético que terminó 3-3. El héroe de la conquista es Dibu Martínez, quien se volvió a lucir debajo de los tres palos demostrando que en definiciones por la pena máxima es un absoluto especialista.
La historia del hombre del Aston Villa es para un cuento, ya que la tuvo que pelear desde muy joven hasta llegar a la cima del mundo. Una de las personas que se encargó de darle su primera oportunidad fue Pepe Santoro, que no solo fue el que inmediatamente lo fichó en Independiente, sino que además lo motivó a irse a Inglaterra cuando solo tenía 17 años.
En diálogo con Súper Deportivo Radio el ídolo del Rojo se mostró más que emocionado por el título de la Argentina y por la consagración del marplatense. “Mira que soy duro y no lloro, pero cuando lo vi al Dibu atajar como lo hizo se me caían las lágrimas, lloré por él porque lo quiero mucho. Cada atajada suya es una caricia a mi corazón porque sé que es un pibe que luchó mucho por estar en el lugar que está”, comentó.
En la misma línea agregó: “Cuando nos empataron 3-3 la vi muy difícil y había perdido la confianza, pero con la atajada de Dibu me devolvió la confianza. Esa atajada fue más importante que los penales, lo llevó ganador a los momentos decisivos. Fue la atajada del mundial. Cuando fuimos a los penales, sabía que iba a atajar uno o dos penales. Tiene capacidad e intuición”, afirmó.
Por último Pepe Santoro se mostró ilusionado con la chance de poder encontrarse con Dibu Martínez. “Me siento muy contento y feliz. Me gustaría darle un abrazo si se me presenta la oportunidad. Cuando tapó el mano a mano en el tiempo extra sentí que se daba vuelta la suerte”, concluyó el histórico arquero de Independiente, más que feliz por este momento.