Sin lugar a dudas, Darío Barassi está cerrando uno de sus mejores años, tanto en lo profesional, con el éxito de ‘100 Argentinos Dicen‘, como en lo personal. Es que, luego de casarse con Luli Gómez Centurión, formaron una familia, con la llegada de Emilia y de Inés. Sin embargo, durante los últimos días, causó mucha preocupación por su salud, por lo que decidió chicanearse a sí mismo, por lo que está viviendo.
Días atrás, Darío Barassi viajó a San Juan, a pasar unos días en familia. Al regresar, contó que estaba enfermo, y decidió compartir todo lo que estaba viviendo con sus seguidores. «Como era de esperarse, después de 11 días en San Juan viviendo intensamente, caí, estoy muerto… Panza explotada, fiebre. Debe ser algún virus del ort…, que paj… Es la peor semana del mundo para estar mal. Tanto laburo, tanto asado, tanto evento… Estómago, resistí. Ay Dios, me siento para el ort…», expresó Darío Barassi.
Posteriormente, expresó: «Me quiero matar, pásenme remedios caseros, gualichos o algo que me estabilice, que me ponga en eje». Luego, compartió: «Mi mujer fue con la más chiquita a buscar a la más grande. Me quedé solo, entonces no tengo con quién quejarme, por eso agarré el teléfono. No soy un buen enfermo, soy de esos que me quejo, balbuceo, necesito amor todo el tiempo… Eso soy». Minutos más tarde, compartió una foto de su cama, con su hija Emilia al lado, y comentó: «Mi compañera de internación».
Al ver la preocupación que generó su salud, horas más tarde decidió compartir, en una historia, que «pensé que era covid, pero no», y se veía un test negativo. Sin embargo, esta mañana decidió compartir un posteo, donde comentaba: «Sigo con esta internación domiciliaria, sintiéndome para el orto. Instagram es todo gente ya de vacaciones, comidas de fin de año, gente laburando en curros de los que me tuve que bajar… En fin, Diosito ya llévame».
Para cambiar un poco el ambiente de su cuenta de Instagram, decidió hacer un video, chicaneándose a sí mismo, y volver a hacer chistes, como suele hacer en sus redes sociales. Es por esto que, con un filtro de un inodoro, con su cara, expresó: «Maldito gordo, se fue 10 días a San Juan, se comió la vida y ahora se hace la víctima. No me da un respiro, desde que volvió de viaje, cada 5 minutos viene», comentó el conductor, contra sí mismo.