El fútbol entrega emociones de todo tipo. De las buenas, esas que apasionan por el color, por el cariño y la unión. Y de las malas, por la violencia y la falta de respeto. En Uruguay se dio una de las primeras. Una escena que tuvo como protagonista a un chico con Síndrome de Down que pudo cumplir su sueño de patear un penal para su equipo. Y así, emocionó a todos.
Todo ocurrió en un encuentro entre Peñarol, uno de los dos clubes de fútbol más importantes de Uruguay, ante Plaza Colonia. Al finalizar el partido, cuando los jugadores se saludaban en el campo de juego, un hincha «invadió» la cancha. Habitualmente ocurre que lo hacen para pedir una fotografía o una camiseta con sus ídolos. Pero su pedido era diferente.
Lucas, hincha de Plaza Colonia, tomó una pelota y se acercó a Kevin Dawson, arquero de Peñarol. El guardameta del equipo rival vio al joven con camiseta de Plaza Colonia y aceptó su desafío. Le quería patear un penal frente a las tribunas de su equipo y en su cancha. Hasta el árbitro, Andres Matonte, se sumó a la escena y dio la orden para que se pateara el penal.
Lucas mostró coraje para animarse a patear el penal frente a sus hinchas y los jugadores de Peñarol y Plaza Colonia. Y también gran calidad, pues ejecutó un zurdazo preciso y pegado al palo. Un tiro inatajable para el buen arquero Dawson, que cumplió con el convite. Lucas vio entrar la pelota y se fue corriendo a celebrar el gol al banderín del córner, de frente a sus hinchas.
La emoción invadió al joven con Síndrome de Down, así como a todos los presentes. Y también a usuarios que compartieron la escena en redes sociales. Lucas saludó al arquero Dawson y a los jugadores de Peñarol y Plaza Colonia, que fueron testigos de un hermoso momento adentro de la cancha. Uno que muestra el lado más emotivo del fútbol.