La petrolera YPF aplicó desde este jueves un aumento del 4% en el precio de sus combustibles tal como lo hicieron otras empresas del sector. La empresa señaló que este ajuste «contribuye a compensar la variación del tipo de cambio oficial, los mayores costos logísticos y de operación y el aumento de precios de los biocombustibles».
De este modo, los valores promedio en las estaciones de servicio YPF de la Ciudad de Buenos Aires se actualizarán según el acuerdo con el Gobierno, acorde precisó NA. Los precios son: nafta súper, $163,10; nafta Infinia, $205,30; Diesel- 500, $175,10 e Infinia Diesel, $245,44. Shell, otra petrolera aumentó en un porcentaje similar desde el miércoles. Realizó las mismas justificaciones que esgrimió la empresa controlada por el Estado Nacional.
Los incrementos están contemplados en el acuerdo que las petroleras sellaron con el Gobierno nacional en noviembre último. Allí, se había establecido un tope a las subas de los precios de las naftas por cuatro meses. Así, en diciembre y en enero se concretaron ajustes del 4% en los surtidores de las distintas marcas. Ahora, en febrero, se está aplicando un aumento similar y en marzo vendrá el último acordado, pero será un poco menor, del 3,8%.
Los aprietos de Sergio Massa
El ministro de Economía Sergio Massa explicó que la iniciativa busca controlar los aumentos en el sector de los combustibles. «Vamos a tener diciembre, enero, febrero y marzo con un sendero de aumentos predefinido. 4% en diciembre; 4% en enero; 4% en febrero y 3,8% en marzo, con el objetivo de seguir construyendo un camino en el cual todos los sectores contribuyan a bajar significativamente la inflación que es el principal drama de la Argentina», había señalado durante la ampliación del programa «Precios Justos».
No obstante, la inflación de diciembre (5,1%) y enero (6%) superó ya los porcentajes predefinidos. Además, la inflación de febrero y marzo podría licuar las ganancias de estas compañías de energía que van a reclamar más incrementos a futuro. De esta forma, al igual que lo que pasó con la carne, el programa «Precios Justos» aplicado al sector tiene serios riesgos de fracaso.