Realmente conmocionante. Así fue lo que decidió dar a conocer nada más y nada menos que Valeria Aquino, la modelo que años atrás estuvo en pareja con El Polaco y que tiene una hija en común con él. Esta vez, fue en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de Instagram, donde reveló lo mal que la pasó en su momento con otro exnovio.
“Hoy quiero contarles públicamente lo que me sucedió en el año 2020. Pasaron 2 años y 3 meses, me llevó tiempo. Ese año me mostró la cara más perversa de alguna gente que admiraba, pero también el cariño más oculto de quienes no conocía. Me enseñó el valor de la PALABRA de frente y con dolor aprendí del puñal que más lastima si viene de la mano AMIGA”, comenzó disparando.
“Que tener los pies sobre la tierra no es tan malo si con el alma aún sabemos volar. Que podemos ser aprendices y maestros al mismo tiempo. Que la vida se trata de lidiar paso a paso con lo incierto. Que amar y dejarse amar no es tan difícil como lo cuentan, que bastan unos ojos que te miren desde el alma”, afirmó Valeria Aquino.
Inmediatamente decidió ir por más. “Me permití beber más despacio las alegrías porque a veces uno no termina de degustarlas bien de apurado nomás que anda. Y aprendí que ninguna tristeza, traición, puñal por la espalda pasa sin dejar el germen de una oportunidad mejor para el futuro. Porque nada es tan terriblemente oscuro y hay luz, una rendija, un brillito, aun en el pozo más profundo”, afirmó.
“ Y hay amor, sobre todo, amor en cada esquina, amor de otros y adentro de uno mismo. Y hay pasión y sueños y la testarudez para cumplirlos. La clave está en agradecer la mano y el puñal, la alegría, la pena, la traición y las oportunidades. Y sobre todo yo creo que hay que hacerse bien fuerte, buen fuerte, pero no duro», lanzó la modelo.
“La dureza no permite que nos atraviesen las emociones. Fuerte para que no venga el viento de ninguna tristeza a derrumbar el milagro que somos. Porque por suerte, mucha suerte, todavía estamos vivos, estuve a un hilo de no poder contarla, de no estar acá hoy. Y qué linda es la vida bien vivida, bien gastada, bien sufrida. Porque a sentir vinimos, ¿si no para qué?”, se preguntó Valeria Aquino.
“Pareciera que en nuestra sociedad hay una especie de complejidad atada al sentir con todo. Una carga negativa ante la vulnerabilidad que nos produce sentir. Sin embargo, no creo que exista otra forma de habitar esta existencia con todos sus colores. La vida nos necesita abiertos, todo es aprendizaje, enseñamos, aprendemos y sabemos que al final siempre seremos el amor que dimos», finalizó.